Tajonar se convirtió el jueves en escenario del encuentro de dos de los tres entrenadores que en más ocasiones se han sentado en el banquillo del primer equipo de Osasuna, Jagoba Arrasate (Berriatua, 1978) y Enrique Martín Monreal (Campanas, 1956). Ambos se encuentran igualados a 191 partidos, muy lejos de los 340 del líder destacado del ranking histórico del club, Pedro Mari Zabalza, pero el actual entrenador rojillo deshará este sábado el empate en el encuentro que a partir de las 14.00 horas enfrenta a su equipo con el Espanyol en el RCDE Stadium.

Ambos accedieron ayer a la propuesta de este periódico para posar en una sesión fotográfica con el fin de escenificar el futuro relevo en una clasificación en la que aún comparten la segunda plaza, aunque con el matiz de que Arrasate ha acumulado 191 partidos como entrenador de Osasuna de una tacada (está completando su quinta temporada consecutiva en el club), mientras que Martín lo hizo en tres etapas diferentes (entre enero y mayo de 1994, de mayo de 1997 a junio de 1999 y de mayo de 2015 a noviembre de 2016).

Repasaba Martín antes de la cita sus enfrentamientos con Arrasate, los dos primeros con el de Campanas en el banquillo del conjunto rojillo y el vizcaíno en el del Numancia, y el último con el navarro dirigiendo al Nàstic en El Sadar en la primera campaña del de Berriatua en Osasuna. Y después llegó el momento del reencuentro entre ambos.

Arrasate recibió a Martín con un efusivo abrazo en la recepción de las instalaciones y, antes de posar para las fotos, insistió en que el exentrenador de Osasuna saludara a su cuerpo técnico, trabajando en el despacho desde primera hora de la mañana. Y así ocurrió, justo antes de que los dos protagonistas adoptaran delante de la cámara todas las poses que se les solicitaron y compartieran al mismo tiempo confidencias y algún que otro cotilleo sobre colegas de profesión.

Como la sesión de fotos se produjo una hora antes del entrenamiento del primer equipo de Osasuna, Martín se fue encontrando con los jugadores de la actual plantilla que iban accediendo a las instalaciones para completar su penúltimo entrenamiento antes del partido contra el Espanyol. A Aimar Oroz, de baja por una contusión en la pierna izquierda, le deseó suerte con su recuperación; a Unai y David García, a los que entrenó en su segunda etapa en el club, les saludó con cariño y algún que otro vacile; a su paisano Jorge Herrando, natural de Campanas, le recordó sus orígenes; y de Diego Moreno, el último canterano en debutar con el primer equipo, se acordaba porque le tenía controlado desde que era alevín.

Antes de marcharse, Arrasate invitó a Martín a entrar en un vestuario que un día fue el suyo. “Qué chapas nos dabas aquí”, se escuchó, a lo que el exentrenador respondió con la arenga de que ganar al Athletic en semifinales de Copa da billete para Arabia y para una final.