Tras su titularidad en Liga en el Ramón Sánchez Pizjuán contra el Sevilla, donde Osasuna ganó el domingo (2-3), Kike García Martínez (Motilla del Palancar, Cuenca, 25/11/1989) intuye que le tocará ser suplente el miércoles en la ida de la semifinal de Copa contra el Athletic. Pero el pichichi del torneo del KO no da nada por sentado y sueña con lo mismo que sus compañeros y que los aficionados: dar un paso hacia la final.

Hace más de un mes que se celebró el sorteo de las semifinales de Copa. ¿Se ha hecho larga la espera?

–Cuando se hizo el sorteo no quedaba tanto, pero, como hubo cambio de fechas, el tema se alargó y nos centramos en la Liga, que es lo que nos marca el objetivo de conseguir la permanencia cuanto antes. Pero ahora llega lo que todos queremos. Tenemos la ilusión de hacer una buena semifinal y esperemos que salga bien.

Jugaron el domingo y repiten el miércoles. ¿Es la victoria en Sevilla la mejor preparación de la eliminatoria contra el Athletic?

–Claro. Nosotros no pensábamos para nada en el partido de Copa porque, tal y como se están poniendo las cosas en la Liga, en la que todos los de abajo están ganando y la permanencia va a estar en una cifra alta, nos centramos en demostrar el buen equipo que somos, y nos salió bien.

Arrasate siempre dice que no hay un once para Liga y otro para Copa.

–Pero siempre suele haber algo. Está claro que los jugadores trabajamos día a día para estar al mejor nivel posible y estamos preparadísimos para cuando el míster decide quién tiene que jugar y para que, si nos toca a los menos habituales, como ocurrió en el Sánchez Pizjuán, estar a un nivel alto. Si no, no ganas en Sevilla.

Dice que hasta ahora no estaban pensando en la Copa. ¿Seguro?

–Así es. La afición sí que podía estar pensando en la Copa, pero es que, si no empezábamos a ganar en la Liga, íbamos a entrar en problemas. Nos tomamos el partido de Sevilla como una oportunidad para sumar y dar un golpe en la mesa y, a partir de ahí, desde que acabó, ya sí que sí empezamos a pensar en la semifinal, que es un partido bonito y por lo que hemos luchado desde que iniciamos la competición contra el Fuentes. La trayectoria ha sido muy bonita. Fuentes, Arnedo, Tarragona en la prórroga, tumbar luego al campeón y esperemos que la semifinal salga bien. Que la disfrutemos y la afición también, porque nunca se sabe cuándo vas a volver a estar ahí.

Según la estadística, cada 18 años.

–Pues entonces más a mi favor, porque 18 son muchos.

Kike pelea con Fernando por un balón en el partido del Pizjuán. LOF

¿Es consciente el vestuario de la ilusión que ha generado en la afición?

–Es normal. Estamos haciendo buena campaña y se está viendo un Osasuna reconocible que va a por todas en cada partido, que se deja la piel y que es difícil de batir. Por eso la afición de Osasuna se siente identificada con el equipo, y más con la cantidad de gente de Tajonar que está jugando. Esa ilusión se ve y ojalá que la mantengamos todo lo que queda de año.

¿Qué es lo que más le preocupa del Athletic?

–La velocidad que tienen los Williams y Berenguer, que son muy verticales; Sancet está ahora muy bien... Y también que les gusta apretar hacia adelante, que acaban las jugadas, que es un equipo fuerte y con un gran entrenador como Valverde.

¿Qué necesitan para ganar?

–Hay que hacer muchas cosas bien, como tener tranquilidad, jugar como estamos jugando, tener el balón y, una vez que estemos en campo contrario, ser también verticales y hacerles daño. En resumen, demostrarles que jugamos en casa y que estamos fuertes en El Sadar.

Viene de ser titular en Sevilla, donde solo le faltó el premio del gol.

–Tuve situaciones de hacer gol, sobre todo la que me saca Bono, que fue un paradón, pero no me pilla de sorpresa. Tengo ya una edad en la que sé cómo es esto del fútbol. Yo me dedico a hacer mi trabajo, a ayudar al equipo lo máximo posible y, si es con goles, mucho mejor. Pero para llegar al gol hay que hacer muchas cosas bien.

Pero no hay que olvidar que Kike García es, con cinco goles, el pichichi de la Copa.

–No, no. Y en eso estamos, a ver si tengo la suerte de seguir y, si tengo minutos, a ver si puedo ayudar al equipo con goles.

“Es normal la ilusión de la afición; se ve y ojalá que la mantengamos todo lo que queda de año”

¿Ser titular en la Liga quiere decir que en la Copa empezará en el banquillo?

–Tiene toda la pinta, pero voy a darlo todo tanto si me toca jugar de inicio, como en el partido de Sevilla, como si juego 2, 10 ó 20 minutos. El míster sabe de sobra que puede contar conmigo para lo que sea porque voy a dejarme la vida en cada minuto que esté en el campo con esta camiseta.

“No sé si jugaré en la Copa, pero voy a dejarme la vida en cada minuto que esté en el campo con esta camiseta”

Si le toca estar en el banquillo, ¿será un hincha más?

–Por supuesto, aunque la verdad es que se pasa un poco mal porque estás con los nervios a mil, pero seré uno más y esperemos que salga bien porque hay mucha ilusión.

En El Sadar se está respirando un gran ambiente durante toda la temporada, pero el miércoles se espero uno mucho más especial con casi 23.000 espectadores.

–Pero en ese aspecto nunca nos ha faltado lo que va a haber el miércoles. A la afición hay que darle las gracias porque está con nosotros en cada partido en El Sadar, tanto si nos sale mal, como en el último partido contra el Madrid, como si nos sale bien. Hemos luchado cada partido para darle esa oportunidad de traer un partido de Copa a El Sadar y ya se vivió una gran eliminatoria contra el Sevilla. Ahora vamos a por otra y la afición tiene que saber que somos uno más de ellos, que vamos con toda la ilusión y que vamos a intentar hacerlo bien para, ya que estamos ahí, soñar.

El entrenador, Jagoba Arrasate, ha cumplido ya su sueño de traer la Copa a El Sadar, y el presidente, Luis Sabalza, el suyo de llegar a semifinales. ¿Cuál es el de Kike García?

–El que todos queremos, pasar la eliminatoria. Ya es un sueño jugar las semifinales, así que imagínate jugar una final, pero sabemos que para que se cumplan los sueños hay que trabajarlos, hay que estar realmente bien porque es una semifinal y vamos a pelear para que se cumpla.

¿Cuál sería un buen resultado?

–Todo lo que no sea perder y mantenerse vivo en la eliminatoria, pero a todos nos gustaría llevarnos ventaja de El Sadar porque nos espera un partido durísimo allí, como también lo va a ser aquí.

¿Es el partido más importante de su trayectoria profesional?

–Por nivel, al tratarse de una semifinal de Copa, igual sí, aunque un jugador tiene muchos partidos importantes a lo largo de su carrera para seguir estando donde uno quiere estar, que es el máximo nivel. He vivido cosas buenas y malas, pero a nivel futbolístico una semifinal de Copa es algo muy bonito y que pocos futbolistas tenemos la suerte de jugar.

El partido está levantando una gran expectación en Navarra. ¿Y en Cuenca? ¿Y más en concreto en Motilla del Palancar, su localidad natal?

–También. Siempre están conmigo. No tengo queja. Me siguen mucho, tanto mi familia como mis amigos. Tienen muchas ganas de que llegue el partido para vernos y además lo echan por Televisión Española, que pocos partidos nos han podido televisar en abierto y es buena hora y creo que todo el mundo al que le gusta el fútbol va a estar pendiente.

¿Cuál es su rutina antes de jugar?

–Nos despertamos, visto a los niños, los llevo al cole, me toca sacar al perro, que es muy grande, y luego acudo a Tajonar si nos toca activación o si no me voy a desayunar con mi mujer tranquilamente. Me lo voy a tomar como un partido más, aunque los nervios llegarán conforme se aproxime la hora. Suelo mantener la calma, aunque cuando se acerca el momento de jugar sí que empieza la lavadora en la tripa y las mariposas, pero es una buena señal.

“Mi mujer también jugaba a fútbol”

De central. Kike García está casado y tiene dos hijos, un niño y una niña, de seis y tres años. “Mi mujer, Marta, estará el miércoles en la grada de El Sadar, pero ellos no, porque todavía son muy pequeños, al día siguiente hay cole y además se les hace largo”, dice el delantero de Osasuna, que señala a su esposa como “el mejor apoyo desde que empecé en el mundo del fútbol”. “Lo hemos vivido todo juntos y este partido es muy bonito para los dos”, añade, desevelando que ella es tan futbolera como él, “y eso no sé si es bueno o malo porque al final me mete caña”, explica Kike García. “Debatimos mucho”, reconoce. Y con fundamento, pues Marta jugó de central en el Albacete, peleando incluso por el ascenso a la máxima categoría, y en el Real Murcia.