Sabadell. 7 de junio de 2015. 2.500 rojillos pasaron de la desolación de ver en Segunda División B –y la más que probable desaparición que le costaría a la entidad en una temporada embarrada tanto en el plano institucional como deportivo– a saltar de éxtasis en cuestión de segundos por salvar la bola de partido más importante de la historia de Osasuna, que renació gracias al gol de Javier Flaño. Una cuestión de alma que en los últimos años goza de buena salud deportiva, con el equipo asentado en Primera, y a escasas horas de disputar, y disfrutar, su segunda final de Copa del Rey.

Antes de que el color rojo tiñera las gradas de la Nova Creu Alta, otros desplazamientos rojillos han dejado su huella en la centenaria historia rojilla, y qué mejor que la voz de la afición para desgranar, de primera persona, sus experiencias, antes de que La Cartuja acoja el récord de un desplazamiento tan importante e ilusionante como los anteriores. Poco más de un El Sadar se asentará en el feudo andaluz.

El Calderón

Sueño de una noche de verano

Aquellos años locos

Alfredo y Mamen Gazpio fueron dos de aquellos 20.000 aficionados que se desplazaron a El Calderón en un sueño de una noche de verano para Osasuna, que jugaba la primera final copera de su historia. Ellos, junto a su padre Juan José, su tío Moncho Eusa y su primo Diego, cogieron carretera y en coche se plantaron en Madrid. “Fue un partido especialmente emocionante por tratarse de la primera final para Osasuna en esta competición y porque se aguantó el marcador hasta la prórroga”, se reafirma Mamen, sabedora de que “para Osasuna suponía jugar su primera final, un hecho histórico, habiendo dejado en el camino a un Sevilla que llevaba a sus espaldas unas cuantas finales coperas”.

“La expectación era máxima”, prosigue, “pensando que en un partido así el resultado no solo atiende a calidades técnicas individuales y de equipo, y que se puede decantar para uno u otro lado”. Para ella, “como pasa en estos casos y teniendo en cuenta que la tensión del marcador se mantuvo hasta casi hasta el gol de Dani en la prórroga, el partido dejó una sensación de mucha pena de haber estado ahí. Un sentimiento que rápidamente se diluyó al ver cómo los miles y miles de seguidores rojillos animaban sin parar a un equipo que, como siempre, lo había dado todo”.

Por su parte, su hermano Alfredo Gazpio valora que “hace dieciocho años yo tenía 20, estaba en la Universidad y era socio. El partido se daba en unos años atípicos, porque yo había visto a Osasuna jugar en Segunda División, luego subir a Primera ante el Recreativo de Huelva y de repente, con Javier Aguirre, nos plantamos ahí. Estábamos en una nube. Me acuerdo de ir por Madrid y con un buen ambiente entre las dos aficiones. Una alegría desbordada para ambos, porque para el Betis jugar una final tampoco era algo muy obvio. Tengo un recuerdo de llegar a El Calderón y aparecer Dani Martín con un descapotable animando a la gente con el coche”.

“El partido lo vivimos como siempre, con mucha tensión, con la pena del gol de Dani en la prórroga, que silenció las expectativas que teníamos de hacer historia”, reconoce.

“Como todo, hoy ves las cosas con cierta distancia y te sientes un afortunado, porque con 38 años voy a ser capaz de asistir a dos finales de copa de mi equipo, en un momento muy bonito, donde todo a nuestro alrededor son buenas noticias, donde sufrimos menos de lo habitual, donde hay una comunión entre el club y los aficionados muy alta y donde Osasuna, por su manera de trabajar, se está convirtiendo en un equipo muy respetado en Primera División. A sabiendas de que en una final, el 95% de las estadísticas dicen que ganará el Madrid, todo puede pasar y hemos visto cosas más raras en 90 minutos. Iremos a Sevilla a disfrutar del día, porque para nosotros el hecho de estar ahí ya es un regalo y, por supuesto, intentaremos dar la sorpresa y traer de vuelta a Pamplona la copa”, termina.

Burdeos

7.000 almas

Récord en Europa

Fredi Gradín, reconocido aficionado rojillo, tanto del primer equipo como de la cantera, estuvo en Hamburgo, el partido que ostenta el récord de desplazados en un partido europeo. “Al revés que en otras ocasiones, acudir a ese partido fue de forma inesperada. Fue entre semana, trabajaba de turno de mañana, había que ir a Burdeos y en principio no iba a ir. Pero un compañero de trabajo me dijo que si conseguíamos convencer al encargado de salir antes, su hermano, su padre y compañía venían a buscarnos con una entrada para mí. Entonces teniendo transporte y entrada, me fue imposible decirles que no. Llegamos a Burdeos con el tiempo justo y lo vivimos en medio de lo que era un 6 de julio, porque ese viaje fue la primera experiencia con un viaje masivo en competición europea y daba la sensación de ser un partido que se jugaba en El Sadar”, rememora.

“Osasuna venía de caer en la previa de la Champions con el Hamburgo y de hacer una eliminatoria con el Trabzonspor y una fase de grupos un tanto irregular. La eliminatoria ante el Girondins se veía como una eliminatoria muy complicada. El Girondins partía como favorito y se plantó con un palmarés europeo mejor que el nuestro, un equipo cercano y a ver de qué era capaz aquel Osasuna, que tenía buena plantilla pero un entrenador nobel. Se acogió con mucha ilusión, siendo conscientes de que no éramos favoritos”, analiza el hincha.

Gradín no olvida que “la expectación era de mucha gente apuntándose a través del boca a boca. Empezó a correrse la voz, se apuntó gente, y acudimos 7.000 personas. La expectación era más por ver lo que éramos capaz de trasladar en un ambiente europeo. Aquel partido cayó en un 14 de febrero, San Valentín, y fue un acto de amor hacia Osasuna”, y finalizó el encuentro con la sensación de que “el hecho de salir con un 0-0 de Burdeos hizo concebir que con ganar el partido en El Sadar nos bastaba, pero cierto es que teníamos la experiencia de lo que había pasado con el Hamburgo, que con el empate de la vuelta quedamos eliminados, pero sí que había la sensación de que había eliminatoria y de que era posible dejar fuera a un equipo superior como era el Girondins. Estaba la eliminatoria abierta y la sensación era de que había posibilidad de tener recorrido en la competición, viendo que Osasuna era capaz de movilizar a mucha gente en competición europea, en un ambiente festivo y esperanzador en cuanto a lo deportivo”.

Vitoria

Contra la climatología

Locos de la cabeza

Josu Álvarez de Eulate ha presenciado partidos de Osasuna en lugares como Oviedo, Tarragona, Sabadell, Leganés, Bilbao, Vallecas o el Bernabéu. Uno de los desplazamientos más numerosos y de los que mejor recuerdo guarda es a Vitoria. “En Mendizorroza estuvimos dos veces seguidas en 2015 y las dos perdimos 3-0, pero el ambiente fue espectacular. La primera ocasión fue en el famoso partido que se suspendió por la nieve y que terminó jugándose un miércoles de marzo. A nosotros nos vino bien el cambio de fecha y pudimos ir varios de la cuadrilla”, apunta.

“Teníamos 17 años y era nuestro primer desplazamiento con Osasuna, así que la expectación era máxima. El trato que recibimos en Vitoria-Gazteiz fue sensacional y pudimos disfrutar de un gran ambiente en la calle Cuchillería antes del partido junto a la afición del Alavés. Futbolísticamente, el día fue bastante desastroso. Osasuna llegaba en una mala racha de resultados, perdimos 3-0 y ya sabemos cómo terminó esa temporada en Sabadell... Acabamos el partido un poco dolidos, pero ovacionamos como siempre a los jugadores porque en los malos momentos es cuando más falta hace. Ellos también se acercaron a nuestra zona y es algo que se agradece mucho, porque hacemos un gran esfuerzo para acompañarles cuando podemos”, asegura.

“La temporada siguiente, que fue la del ascenso en Girona con Martín, también perdimos 3-0 en Mendizorroza. Pese a ello, los más de 4.000 rojillos que fuimos no dejamos de animar en ningún momento y nos quedamos hasta casi media hora después de terminar el partido, ya con el estadio vacío, cantando la de Dicen que estamos locos de la cabeza... Eso es inolvidable. Ojalá suba el Alavés y podamos volver a disfrutar de este tipo de partidos con tan buen ambiente el año que viene en Primera División”, finaliza.

Sabadell

El renacer de la afición

Cuestión de alma

Íñigo Urrizola fue uno de aquellos incondicionales que cogieron autobús rumbo la Nova Creu Alta. 2.500 rojillos empujaron en el gol de Javier Flaño para evitar la desaparición de la entidad. Urrizola no oculta que vivió el partido “con mucho nerviosismo, una sensación mezclada de enfado con no entender nada, porque el Sabadell, un equipo que estaba descendido, estaba haciendo más por ganar el partido que nosotros, ya no sólo con el 2-0, sino desde el primer minuto. No sabíamos si eran los nervios, si era la presión de los jugadores, pero era una sensación de ver que nos estábamos jugando la vida y no lo parecía. De hecho siempre se habló de que Cedrick, que se iba a Estados Unidos, era el que más lo intentaba; Riesgo con sus paradas nos salvó y la opción era de que con el 2-1 te lo crees. Hasta que no empatamos no confié en que eso se sacaba, porque le dabas vueltas a que si se perdía se acababa todo y no veías actitud en el campo. La ansiedad era tremenda”.

“Todos estábamos siendo conscientes de que estaba en juego la supervivencia del club, ya no sólo en ese partido sino en otros. Recuerdo en Vitoria llorar porque el equipo estaba muerto, la dinámica era horrible y nos íbamos al garete. Éramos conscientes de que acababa el club. Llamé a mi padre después de Vitoria, y fuimos a Sabadell con una tensión tremenda. Sabíamos que perdíamos el club, y eso para nosotros no es un equipo, es como perder un familiar. Es como si te quitaran algo que necesitas y que es muy importante para ti. Sabíamos de la trascendencia del partido”, prosigue Urrizola, que radiografía una expectación “grande, claro, pero a diferencia de otros desplazamientos en los que vas a disfrutar, ahí en el partido, no sueles ir con muchas expectativas, como el año de Girona. En Sabadell tenías que ir, porque era el punto de reflexión del club. No sabías que ibas a resurgir, pero sabíamos que si salvábamos esa bola de partido, más tarde o más temprano íbamos a remontar porque el club lo había hecho antes. Además sabiendo que podíamos tocar fondo. La expectación en el campo fue grande, animas como siempre, pero era una ansiedad que te agarrotaba”.

“En el descanso, yo tengo el recuerdo de ver a gente darse cabezazos contra la pared porque no se podía hacer nada ante lo que veían sobre el césped. El gol de Javi Flaño fue alegría, porque era lo que estabas buscando y sabías qué significaba ese gol, pero también era una sensación de alivio, de soltar todo, de llorar y de haber salvado algo crítico. Es el momento de más angustia, tensión, dolor psicológico que he vivido en mi vida, porque veía que me quitaban algo que para mí fue fundamental”, concluye.

Girona

Del infierno al ático

Volver a tocar el cielo

Ainhoa Munárriz es una habitual en los viajes de Osasuna. Sabadell, Vitoria o Girona son varios ejemplos de sus expediciones atravesando las fronteras de la comunidad. Ella fue una de las 450 almas rojillas que celebraron el ascenso, a pesar de que el partido, relata, “lo viví con muchos nervios, pero con mucha ilusión a la vez, por cómo se habían dado los partidos anteriores en el play off, por lo que estaba bastante optimista”.

El encuentro era trascendental porque “a Osasuna le suponía volver a lo grande a Primera División, ganando los cuatro partidos y, además, por cómo se metió Osasuna en el play off. Después de los años que habían pasado, fue una alegría para el osasunismo y en la grada la gente estaba bastante motivada y había ilusión en sus rostros”. “Acabé llorando, para variar, porque aunque estaba optimista, ahí exploté y me llevé una buena sensación”, recuerda.

Sevilla

Un ejercicio de resistencia

Apunta a batir el récord

Cuatro prórrogas después, jugando en alguna con fuego como en Tarragona, y realizando un ejercicio de resistencia ante el Betis, Sevilla y Athletic de Bilbao, Osasuna afronta su segunda final copera de la historia, una cita que va a marcar un antes y un después en las páginas rojillas.

Se especula con que habrá 24.000 gargantas en las gradas de La Cartuja, una cifra récord para alentar a un equipo que no deja de sorprender a nadie, ni de superarse a sí mismo. Con una excelente temporada liguera, alejado siempre de los puestos de descenso, Osasuna ha vuelto a apostar por llegar lejos en la Copa, donde ha recogido el premio. Paso a paso, ronda a ronda, el equipo ha ido derrotando rivales hasta asomarse a la segunda final. El camino que comenzó en Fuentes de Ebro –rival que eliminó al Amigó en ronda previa– fue quemando etapas. El primer objetivo fue volver a traer un encuentro copero a El Sadar cinco años después. En cuartos de final, el Sevilla fue el rival y el estadio rojillo, el escenario de la contienda. Primer objetivo conseguido. El segundo, que fue más bien un deseo de Sabalza –aseguró en la comida con los medios que anhelaba llegar a las semifinales– se cumplió con el tanto de Abde a los hispalenses. La semifinal llegaba a El Sadar y el Athletic, el rival. ¿Por qué no soñar con llegar a la final? Ni en sus mejores sueños Pablo Ibáñez iba a imaginarlo. ¿Y ahora qué?. l

Mareas rojillas

2005: Madrid 20.000

  • Copa del Rey
  • 11/6/2005: Final. Vicente Calderón
  • Betis-Osasuna 2-1

1969: Zaragoza 12.000

  • Promoción de ascenso a Segunda
  • 24/6/1969: Campo Neutral. Subió.
  • Osasuna-San Andrés 2-0

2000: Gijón 7.000

  • Segunda División. Jornada 41
  • 28/5/2000: Opción de ascenso. No subió
  • Sporting-Osasuna 1-1

2007: Burdeos (Francia) 7.000

  • Copa de la UEFA
  • 14/2/2007: Dieciseisavos de final. Ida.
  • Girondins-Osasuna 0-0 (Vuelta: 1-0)

2015: Vitoria 5.000

  • Segunda División. Jornada 8.
  • 10/10/2015: Mendizorrotza
  • Alavés-Osasuna 3-0

1971: Andorra (Teruel) 4.000

  • Tercera División. Última jornada
  • 7/6/1971: Opción de ascenso. No subió
  • Calvo Sotelo Andorra-Osasuna 2-1

1980: Murcia 4.000

  • Segunda División. Jornada 38.
  • 1/6/1980: Opción de ascenso. Subió
  • Murcia-Osasuna 0-1

2015: Sabadell 2.500

  • Segunda División. Jornada 42.
  • 7/6/2015: Opción de descenso. Se salvó
  • Sabadell-Osasuna 2-2

2005: Rennes (Francia) 1.800

  • Copa de la UEFA
  • 15/9/2005: Eliminatoria previa. Ida
  • Rennes-Osasuna 3-0 (Vuelta: 0-0)

2007: Sevilla 1.800

  • Copa de la UEFA
  • 3/5/2007: Semifinales. Vuelta. Eliminado
  • Sevilla-Osasuna 2-0

2014: Soria 1.500

  • Segunda División. Jornada 12.
  • 8/11/2014: Nada en juego
  • Numancia-Osasuna 0-0

2006: Hamburgo 1.000

  • Liga de Campeones
  • 9/8/ 2006: Elimintoria previa. Ida
  • Hamburgo-Osasuna 0-0 (Vuelta: 1-1)

2016: Girona 450

  • Play off de ascenso a Primera
  • 18/6/2016. Vuelta. Subió
  • Girona-Osasuna 0-1 (Ida: 3-1)