Es la segunda vez que Osasuna está ante una final de Copa. La primera fue a la que se enfrentó el conjunto de Javier Aguirre en 2005 ante el Betis, la cual disputaron, entre otros, Patxi Puñal y César Cruchaga, dos excapitanes y leyendas de Osasuna que verán esta edición desde la grada de la Cartuja. Patxi Puñal (Huarte, 06/09/1975), retirado en 2014, ofreció sus servicios a Osasuna por 17 temporadas, lo que le convierte en el jugador rojillo con más partidos en la historia del club: 513. Dedicó toda su carrera al club navarro, salvo dos temporadas que militó en el Leganés. Por su parte, César Cruchaga (Ezcároz, 26/01/1974) colgó las botas en la 2008/09. Jugó doce temporadas en la elite rojilla (386 partidos) y solo salió de Pamplona en la temporada 1996/97, la cual disputó en el Gavá de Segunda B, para posteriormente regresar y dar el salto al primer equipo. Titulares en aquella final en el Vicente Calderón, el centrocampista y el central no guardan grandes recuerdos de aquel encuentro, pero confían en que los rojillos de Jagoba Arrasate puedan llevarse a casa contra elReal Madrid aquella Copa que ellos rozaron.

¿Cómo ven esta final de Copa para Osasuna contra un rival tan complicado?

–Puñal: Hay que ser sensatos. Me gustaría decir que está igualada, pero no es así. Sabemos que esos equipos, cuando llegan a las finales, es difícil que se les escape. Pero bueno, alguna se les escapa y vamos a tener que hacer las cosas muy bien para provocar esos errores en el equipo rival. A un partido pueden pasar muchas cosas: se puede complicar con una expulsión, un acierto que tengamos o que ellos no tengan su mejor día, etc. Esa es la esperanza que nosotros tenemos. No cabe duda que hay que hacer las cosas muy bien en este partido para tener opciones para ganar.

–Cruchaga: El Real Madrid ha demostrado que, contra los equipos que son muy buenos, es capaz de ser mejor. Habrá que ver si no se confía un poquito contra un equipo que es más modesto. Nosotros al revés porque generalmente hemos hecho mejores partidos contra equipos grandes, al margen de que puedas llegar a ganar o no. Estos equipos no necesitan dos ocasiones para hacerte gol, pero puede ser el día, yo tengo esperanzas.

¿Este Real Madrid tiene alguna similitud con el Real Madrid contra el que jugaban ustedes?

–C: Yo creo que es un fútbol muy diferente el que se está jugando ahora comparado con el nuestro. En aquellos años el Madrid tenía muchas más estrellas que este año. Un equipo con Roberto Carlos, Zidane, Figo, Raúl, Casillas... era como más galáctico. Quizá este Real Madrid es mejor, pero no sabría decir.

¿Ven capaces a estos chavales de lograr lo que ustedes rozaron?

–P: Sí, por supuesto que sí. Sabemos la dificultad que entraña, pero creo que el equipo está demostrando una madurez y una solidez que otros años nos ha costado mucho más. El equipo compite muy bien y somos difíciles de ganar. No sé lo que pasará al final, pero estoy convencido de que Osasuna no va a doblar el lomo rápido.

Hablaban de que la mentalidad con la que fueron a la final de 2005 no era la adecuada. ¿Con cuál tiene que ir Osasuna a este partido? 

–C: Con la que fuimos nosotros desde luego que no. Recuerdo un partido muy feo, realmente no nos merecimos ganar. Salimos un poco atenazados porque para nosotros era la primera vez que nos encontrábamos en una situación así, el Betis venía de hacer una muy buena temporada y ellos tenían una mentalidad más ganadora que nosotros. Mi sensación es que no llegamos a demostrar lo que habíamos demostrado en los demás partidos.

Hay que evitar ese complejo. Osasuna es un club humilde, pero puede tener opciones también. 

–P: Sí, somos un club humilde que nunca nos habíamos visto en una de esas, pero ahora es ya la segunda. Sabiendo que tenemos que pelear con nuestras armas, plantear al Madrid un partido duro en el que no se encuentre cómodo. Las finales no suelen ser partidos muy brillantes en cuanto a fútbol y, en ese no-fútbol, tenemos que saber navegar y utilizar nuestras fortalezas mejor que el Real Madrid.

Como exjugadores de Osasuna, ¿qué sienten al ver que 18 años después se vuelve a una final de Copa?

–P: Encantado, orgullosísimo del equipo y de cómo está haciendo las cosas nuestro club. Creo que goza de una buena salud en lo deportivo y en lo institucional, y los resultados del primer equipo están siendo la imagen de esto. Esto es una maravilla, llegar a la final viene que ni pintado para fomentar este sentimiento que tenemos aquí todos los navarros de orgullo, de pertenencia y de unión.

–C: Este equipo tiene desparpajo. Es relativamente joven, pero es un equipo que cuando ha tenido que jugar fuera ha ido con jeta. Creen mucho en el trabajo que han hecho y lo veo capacitado para sacar este partido.

Si estuviesen en el lugar de Jagoba Arrasate, ¿qué les dirían a los jugadores antes de saltar al césped de la Cartuja? 

–P: A última hora el mensaje es que lo disfruten y lo peleen. Dices eso después de haber pasado una semana de analizar, plantear, corregir, decir qué tienes que hacer y qué no en el campo, etc. Pero bueno, esas últimas palabras serían de ánimo.

¿Se acuerdan de esos momentos previos al partido?

–P: Te das cuenta de que el que tiene hábito de llegar a las finales maneja mejor todo el entorno y lo que ocurría ahí. Tengo el recuerdo de estar abrumados por la situación, tanto jaleo y tanta ebullición que había allá. Coincido con César en que quizá el recuerdo no fue tanto del partido, sino de toda esa semana previa a la final, de cómo estaba la ciudad llena de banderas y la ilusión que tenía toda Navarra.

¿Qué se siente al haber jugado una final de Copa? ¿Le dan más importancia ahora? 

–C: Como el recuerdo no es excesivamente bueno, me quedo con la foto de lo que es una grada tan grande y tan roja, una grada muy chula. Sobre todo también los testimonios de la gente que estuvo y que pasó aquel día. Desgraciadamente no la pudimos ganar, pero creo que el míster lo que les va a decir a los jugadores es que son ellos los que tienen que disfrutar de esto y que no dejen pasar esta oportunidad.

¿Recuerdan cómo fue el recibimiento al volver de Madrid? 

–C: Del partido y de las jugadas no tengo grandes recuerdos, pero de otros detalles sí. Veníamos con caras largas al día siguiente y ahí nos estaba esperando la gente. Esto es una de las cosas que engrandecen a Osasuna: la afición. Una afición como la que tiene este club... hay muy pocas.

¿Hay similitudes entre este equipo de Jagoba Arrasate y el de Javier Aguirre en 2005?

–P: Creo que es difícil encontrar similitudes porque el fútbol en sí ha cambiado muchísimo. En ese sentido es complicado buscar parecidos en nuestro equipo. Es más fácil buscar similitudes en el Madrid y cosas que no hay que dejar hacerles. Este Osasuna es un equipo maduro y nosotros teníamos situaciones en las que debíamos encerrarnos atrás. Han demostrado que ha quedado bastante lejos este fútbol que se nos achacaba antes de pegarle arriba y ya está. Ahora vamos a campos, como este año contra el Sevilla, donde somos capaces de estar en el partido, proponer, ponernos delante, que nos empaten, volver a recuperar esa posesión y ponernos por encima de nuevo... Este equipo demuestra que maneja muchas fases del juego y que pueden proponer cosas muy diferentes. Vamos a ver cómo se plantea el partido contra el Madrid, pero creo que Osasuna ahora es un equipo que tiene muchos recursos.

¿Qué jugador actual de Osasuna tendrían siempre en su equipo? 

–P: Hay muchos que querría en mi equipo. A Moncayola lo tendría en mi equipo. Esos jugadores de mucho trabajo, que nunca le ves una palabra encima de la otra, trabajadores, constantes, etc. Pero bueno, a David García también lo querría, al Chimy Ávila, Budimir, Kike Barja... Hay muchos jugadores sobre los que puedes nombrar muchas características que las querría para mi equipo.

Jagoba Arrasate destacó a Unai por su compromiso juegue o no juegue.

–P: Se puede destacar a Unai también en ese aspecto, pero con el gusto con el que hace el equipo las cosas, todos los jugadores están preparados para entrar y dar el nivel perfecto sin desmerecer al que está jugando actualmente. Jagoba lo ha demostrado porque cuando pone a alguien y lo hace bien lo deja. En ese sentido sabe darte la oportunidad y, si respondes, te da continuidad.