Decenas de miles de pamploneses y pamplonesas tiñeron de color rojillo la Plaza de Castillo durante un encuentro marcado por los problemas técnicos y el mal tiempo. El primer gol del partido, en el minuto dos, “ni lo pudimos ver”, relató Lara García, “hemos estado medio partido fastidiadas por la pantalla”, De las cuatro pantallas situadas en la plaza, solo dos funcionaron durante los primeros 20 minutos. Además, debido al viento, una de las pantallas disfuncionales se precipitó sobre un fotógrafo, resultando este herido.

Aficionados de Osasuna en la Plaza del Castillo.

Unido a estos problemas, la lluvia comenzó a caer con intensidad sobre los aficionados durante la primera parte, provocando una cierta estampida hacía el Casco Viejo en busca de bares donde ver la final. “Nos fuimos por lo viejo para encontrar un sitio donde verlo”, lamentó Angela Montero, que tampoco encontró suerte en el Casco Viejo y volvió a la plaza al ver que una pantalla volvía a funcionar.

Aún así, miles que se quedaron viendo el partido, a pesar de la lluvia, el viento y de que la cantidad de personas complicaba la visibilidad. “Nos estamos enterando del partido por los gritos de la gente”, como confesó María López. El gol de Torró lo convirtieron en un verdadero Chupinazo. Cada acción favorable vino seguida por una explosión de gritos que pudo oírse por toda la capital foral.

Seguidores de Osasuna ven el partido en un bar.

Beatriz Unanua afirmó que “hay muy buen ambiente”, con aficionados subiéndose a las farolas y árboles, a pesar de la fuerte presencia policial, y las bengalas pintando de rojo el lugar. “Aunque llueve, vamos a seguir viendo el partido, sin paraguas y sin nada”, comentó Txema Peña.

Un plan para todos

Tanto familias como cuadrillas de jóvenes pudieron vivir la fiesta del fútbol que, a pesar de la derrota, continuó después con el festejo. “Llegar aquí ya es una victoria. Si ganamos, pues mejor que mejor, pero no hay que estar tan tristes”, recordó Zuberoa Artiaga en los últimos compases del partido.

Aficionados rojillos en las calles del Casco Viejo lamentan una ocasión perdida por el club.

De esta manera, grupos como en el que se estaba López, no solo cantaron y lloraron el partido, sino que también “vamos a irnos de fiesta después, pase lo que lo pase. Aunque es verdad que veníamos con las expectativas bajas para que, en caso de ganar, la emoción fuera mayor”. Y, haciendo contraste, “yo he venido aquí con mi familia a ver el partido”, contó Pablo Zurbano.

Aunque también fueron las familias las más perjudicadas, porque “muchas familias han estado esperando durante horas en primera fila para que después una pantalla se cayera y otra dejará de funcionar”, señaló Unanua.

Accidente durante el partido

Se cae una pantalla gigante

  • Un fotógrafo herido. Debido a las continuas ráfagas de vientos que azotaron la Plaza del Castillo en los primeros momentos del encuentro, una pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento de Pamplona para ver el partido se precipitó sobre la plaza. Golpeo a uno de los fotógrafos que se encontraba en el perímetro del aparato, cuando estaba cubriendo la final de la Copa del Rey. Según fuentes de la Policía Municipal, técnicos municipales se vieron obligados a trasladarse a la Plaza del Castillo para reforzar las otras tres pantallas y evitar nuevos incidentes.