En apenas nueve años como presidente de Osasuna, a Luis Sabalza Iriarte (Sangüesa, 23/10/1947) le ha pasado de casi todo, malo y bueno (en este orden, para ser precisos), y lo ha vivido en compañía de hasta 13 directivos diferentes, cifra que alcanzó el pasado jueves 13 julio, en plenas fiestas de San Fermín y una semana después de haber sido el lanzador del Chupinazo desde el balcón del ayuntamiento de Pamplona, cuando el club anunció por sorpresa y sin más explicación que una nota en su página de Internet una profunda remodelación de su junta, con la renuncia de cuatro de sus integrantes (Miguel Cuesta, Ignacio Yániz, Txuma Iso y Fidel Medrano) y la incorporación de tres nuevos miembros (José Andrés Burguete, Juan Manuel Garro y Josetxo Pérez de Zabalza).
Esta última renovación de Sabalza pone de manifiesto la continua rotación de sus equipos de trabajo desde que en diciembre de 2014 fuera investido por vez primera como presidente de la entidad navarra. Y la mejor prueba de ello es que ninguno de sus cuatro compañeros en aquella aventura inicial, la más compleja por la crisis institucional, judicial y deportiva por la que estaba atravesando Osasuna, continúa ya a su lado.
Los dos primeros en caer fueron Juan Ramón Lafón y Eva Blanco, destituidos en febrero de 2016 por falta de confianza, aunque ambos pusieron el foco en Fran Canal, actual director general del club (al menos de momento) y por aquel entonces casi recién aterrizado en la entidad, como causante de las disensiones en el seno de la directiva. Les siguió Pedro Baile en junio de 2017, cuando presentó su renuncia y repitió casi los mismos argumentos para señalar públicamente a Canal como detonante principal de las discordias dentro de la junta. Por su parte, Fidel Medrano ha sido, de los cuatro, el que más aguantado junto al presidente, aunque su reciente renuncia ha provocado que Sabalza sea ahora mismo el único que sigue de su primera directiva.
El máximo mandatario rojillo ha ido encontrado solución para cada una de estas salidas. Tras las destituciones de Lafón y Blanco, Txuma Iso y Alfonso Ramírez se convirtieron en sus sustitutos naturales, mientras que Miguel Cuesta e Ignacio Yániz se sumaron al proyecto cuando se estaba gestando la salida de Baile a mediados de 2017. César Muniáin se unió un poco más tarde que estos últimos, aunque no mucho.
De hecho, Cuesta, Yániz y Muniáin formaron parte de la candidatura de Sabalza a las elecciones de 2017, comicios que adelantó un año el propio presidente después de soltar en una asamblea el ya archiconocido “estamos hartos” para defenderse de las innumerables críticas que por aquel entonces estaba recibiendo de la masa social del club, mucho más beligerante y participativa que la actual. En la misma plancha electoral también se encontraban los nombres de Txuma Iso y Fidel Medrano, pero no el de Alfonso Ramírez, que había abandonado el barco unos meses antes producto de la sobreexposición (dimitió siendo vicepresidente y portavoz del club).
En esta segunda investidura de Sabalza, al igual que ocurrió en la primera (y también en la tercera), el abogado sangüesino no tuvo adversario en las urnas porque quienes se postularon como aspirantes al sillón presidencial, Juan Ramón Lafón y Víctor Álvarez, no pudieron conseguir el aval de casi 4,3 millones de euros.
La segunda legislatura de Sabalza como presidente de Osasuna resultó más tranquila en lo que a movimientos en la junta directiva se refiere, pues no se produjo salida ni entrada alguna y además hubo progresos en lo deportivo (y por ende en lo económico) con un ascenso y un par de holgadas permanencias.
Sin embargo, el tercer mandato consecutivo de Sabalza, investido como presidente a finales de 2021 al no encontrar otra vez adversario en las urnas, comenzó con la inclusión del abogado Manuel Piquer en una directiva que hace escasos días ha sufrido la remodelación más potente de su historia reciente. Y es que han sido cuatro los directivos que han presentado su renuncia (Cuesta, Yániz, Iso y Medrano) para dejar paso a José Andrés Burguete, Juan Manuel Garro y Josetxo Pérez de Zabalza, tres perfiles con dilatada experiencia en la gestión de recursos públicos y privados.
Osasuna no ha profundizado en los motivos de esta última renovación de su junta directiva, que se produce pocos días después de trascender la oferta de Fran Canal para abandonar el club navarro y enrolarse en el proyecto del Celta, una propuesta a la que aún no ha contestado.
Los nuevos directivos de Osasuna
José Andrés Burguete (Lumbier, 21/10/1964) fue alcalde de Lumbier (1991-99), presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (1995-99) y consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda del Gobierno de Navarra (2003-2007). También fue parlamentario foral (1999-2011). En la actualidad es director del centro de educación especial Isterria de la Fundación Caja Navarra.
Juan Manuel Garro (Etxarren Arakil, 23/12/1964) es ganadero desde hace 33 años. En 2007 fundó Lacteos Belate, germen de lo que llegaría un año después: Lacturale, un proyecto que se inició con 75 socios y 25 ganaderías bajo su dirección y que es uno de los patrocinadores de Osasuna.
Josetxo Pérez de Zabalza (Astráin, 20/3/1957) ha sido alcalde de la Cendea de Zizur (1989-2011) y vicepresidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (2007-2011), además de miembro de la Comisión de Control Económico de Osasuna.
