Castigado por la fatalidad en los últimos partidos, empujado a la derrota por rivales con méritos raquíticos, Osasuna saboreó en Valencia el dulce sabor de la victoria y paladea un triunfo tras uno de esos encuentros en que las circunstancias del juego indicaban todo lo contrario. Premiado con un gol de penalti tras una de las contadas cabalgadas hacia la portería rival del primer tiempo, pero embotellado hasta la asfixia tras la reanudación, Osasuna se mantuvo en el partido por la gran actuación de su portero, Sergio Herrera, y porque el ímpetu del Valencia no acababa de hacer chispa suficiente. Pero tan metido en su campo estaba el equipo de Arrasate que, por pura inercia, el disgusto iba a llegar de algún modo.

Los últimos quince minutos del encuentro fueron una locura, finalmente una bendita locura para los rojillos que, tras verse igualados en el marcador por obra y gracia del insufrible Hugo Duro -futbolista que siempre es deseable en el equipo propio y no con otra camiseta-, salvados por varias intervenciones fantásticas de Sergio Herrera, se vieron recompensados por un gol en el tiempo del descuento y más allá. Fue el único remate entre los tres palos de Osasuna en todo el encuentro, firmó la marca de la casa de un exjugador del Valencia y regaló tres puntos con los que se mira el horizonte de otro modo.

Valencia - Osasuna: vídeo resumen con los goles DIARIO DE NOTICIAS

Osasuna se vio embotellado por el Valencia durante muchos minutos -cuestión física del rival pero también mental de los rojillos- y en su favor jugó que no fue triturado por el su rival durante esa larguísima travesía del desierto. Arrasate y los suyos saben que la fortuna esquiva de otros días soltó en Mestalla un guiño y una amplia sonrisa pero, tras hacer una sucinta y crítica reflexión, es tiempo de ser oportunista y positivo y hacer una lectura en términos de aumento de la confianza y de optimización de los recursos de la plantilla. Osasuna salió a jugar en Valencia con un equipo totalmente reformado, con apreciable presencia de jugadores de la cantera y fue capaz de competir, mantener sus opciones hasta el final y en el último y afortunado empujón, ganar. Esto se llama fútbol, cuando le pasa a uno o le sonríe a otros. 

La jugada de Pablo Ibáñez, robando el balón en el centro del campo y provocando la acción señalada penalti, fue lo mejor de Osasuna en el primer tiempo. En la irrupción del centrocampista, hubo vigor y verticalidad de futbolista sin remilgos -el futbolista fue uno de los mejores del equipo y del partido-; y en la pena máxima ejecutada con acierto por Aimar Oroz, el premio máximo y estupendo porque no abundaron las aproximaciones por el área rival. Osasuna fue dominado en el inicio, luego sacó la cabeza de su cueva y cuando comenzó a tener más la pelota atinó a herir al Valencia.

Osasuna no sufrió después del gol, porque no hubo una reacción inmediata, y solo en el tiempo de descuento se sintió incomodado por un buen número de centros sobre el área, pero no hubo remate entre los tres palos. Solo la incertidumbre de Hugo Duro.

El equipo de Arrasate vivió un atasco monumental en la segunda mitad. El Valencia salió apretando mucho y logró un creciente embotellamiento de los rojillos cada vez más cerca de su portería. Los cambios no aliviaron a Osasuna que, mediado el segundo acto, se encomendó al acierto de Sergio Herrera. El portero burgalés salvó ante Almeida y le comió el espacio a Hugo Duro en una doble oportunidad, pero nada pudo hacer cuando a diez minutos del final vio cómo el delantero trepaba a la espalda de David García y cabeceaba a la red. Herrera, tipo retador, se tomó como un duelo casi personal sostener a los suyos ante las acometidas del Valencia, ante quien se lució con una doble parada ante Almeida y en el rechace frente a Thierry, y después en otro duelo contra Javi Guerra.

Metido como estaba en el partido, Osasuna no dudó en el córner con el que enredó Nacho Vidal en el minuto 95. El lateral, interior en Mestalla, interfirió a Gayá en la jugada que fue concedida como saque de esquina y luego se erigió en un rematador de filigrana y fantasía -toque sutil casi de espaldas- para firmar el gol de la victoria. Un dulce triunfo.

Ficha técnica:


1 - Valencia: Mamardashvili, Thierry, Cenk, Gabriel Paulista (Mosquera, m.75), Gayà; Diakhaby (Almeida, m.46), Pepelu, Javi Guerra; Diego López (Canós, m.75), Fran Pérez (Foulquier, m.58) y Hugo Duro.


2 - Osasuna: Herrera, Areso (Peña, m.77), Catena, David García, Juan Cruz; Pablo IBáñez, Iker Muñoz, Aimar Oroz (Moncayola, m.67); Barja (Nacho Vidal, m.46), Raúl García (Budimir, m.74) y Arnáiz (Mojica, m.67)


Goles: 0-1, m.24: Aimar Oroz, de penalti. 1-1, m.80: Hugo Duro. 1-2, m.94: Nacho Vidal.


Árbitro: Pulido Santana. Amonestó por el Valencia a Thierry, Hugo Duro y Diakhaby, y por el Osasuna a Barja y Muñoz.


Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga EA Sports en Mestalla ante 42.474 espectadores.