Osasuna se quedó a medias en la ejecución de sus planes porque, si por fin consiguió echar el cerrojo en la puerta en El Sadar, en esta ocasión no le alcanzó para marcar en la otra portería y ganar su primer partido de la temporada como local, tarea que queda aplazada otra jornada más. Ante el Sevilla, no se concedieron facilidades en el área propia, pero no apareció en el otro costado el acierto de otros días. En un partido abierto e incierto frente a un buen rival, con futbolistas de calidad que saben mantener un juego de altas revoluciones, el equipo de Arrasate echó un punto más a la mochila en esta costosa suma que se ha iniciado en el estadio pamplonés. Dos conjuntos con un libreto claro para la interpretación del fútbol preferentemente en el campo del contrincante, ofrecieron algunos minutos de toma y daca, sin que ello fuese sinónimo de emoción. Al contrario, el encuentro se tornó a veces muy espeso, embarullado. Osasuna y Sevilla, dos equipos que cargan el área de centros, se mostraron contenidos en los metros finales, los zagueros se impusieron generalmente a los delanteros, y acabaron relegando la pugna principal a disputas alejadas de las zonas de peligro, en donde hubo segundas jugadas de lo más combativas y donde abundó la chispa que no aparecía en otras partes. En el merodeo próximo a las áreas, sin embargo, hubo las ocasiones suficientes como para desnivelar la contienda, pero no acompañó la puntería. Así se escriben las historias de los empates sin goles, en las que abunda el gris.

Osasuna debe felicitarse porque ha quebrado la racha negativa en El Sadar y por fin ha sumado un punto de local, un pesado paso. Pero también le queda claro que el camino en casa se ha vuelto enrevesado y que la senda del triunfo se ha convertido en muy costosa.

Osasuna y Sevilla llegaron avisados de que los dos comparten libreto y les gusta meterse más en el campo del otro que soportarlo en el propio. Con buenas intenciones y algunos momentos -pocos- de ejecución del estilo pregonado, la primera parte resultó igualada, con oportunidades escasas, pero muy claras, y predominio mayor de un centrocampismo impreciso. Osasuna y Sevilla decidieron a veces que el partido podía ser de toma y daca, una versión light de la emocionante ida y vuelta, y a las acometidas y momentos de presión de unos, llegaron los mismos argumentos de los otros. No hubo un derroche de juego ofensivo, pero Osasuna dispuso de un par ocasiones claras. Las dos con génesis por el flanco izquierdo, en la primera, firmada por Aimar Oroz, se cruzó el cuerpo de Gudelj para mandar la pelota a córner tras un disparo con muy mala uva. En la segunda, el reaparecido Mojica -ausente en los dos últimos encuentros- protagonizó una cabalgada larga y en el otro lado de la estampida, ya en el área, el Chimy llegó con demasiado ímpetu y remató a las nubes.

El Sevilla se sostuvo intenso y con más ruido que nueces en el ataque. Dos lanzamientos de Óliver Torres y, especialmente, de Ocampos, fuera por muy poco, fueron sus cartas de presentación cerca del área. No había nada del poderío de otros tiempos, de la presencia aplastante en el campo contrario y peligro permanente.

Osasuna estuvo cerca del gol en la segunda parte por insistencia y su cuota de ciencia. El equipo de Arrasate anduvo generoso en el despliegue, aunque también debió tolerar las oleadas del contrincante. Lucas Torró, al poco de la reanudación, se quedó a un palmo de que su disparo cruzado se marchara al fondo de la portería y, pasados los quince minutos, fue el Chimy quien se topó con el poste en la acción de más mérito de los rojillos. El argentino se fabricó una pared con Budimir y mandó al balón al poste. Ni en el rechace tuvo suerte Osasuna porque el balón escupido por el metal le cayó a Mojica, que intentó un segundo remate en una posición imposible y le cortó la trayectoria además el cuerpo de un defensa.

El Sevilla estuvo muchas veces cerca del área de Osasuna, pero no sacó nada de sus honradas intenciones sin nada de pólvora. Solo se apuntó una ocasión, en un lanzamiento de falta que rechazó la barrera y obligó a Sergio Herrera a rectificar para evitar el gol. Aún se acercó más el equipo de Arrasate a un par de minutos del final, pero esta vez el portero del Sevilla sacó el disparo de Barja. Osasuna estuvo más cerca, pero aún no le alcanza para ganar en casa.

-Ficha técnica    

0 Osasuna: Herrera; Peña (Areso, m. 85), David García, Catena, Juan Cruz; Chimy Ávila (Raúl, m. 85), Torró, Iker Muñoz (Moi Gómez, m. 68), Aimar Oroz, Mojica (Kike Barja, m. 68); Budimir (Rubén García, m. 85).


0 Sevilla: Nyland; Sánchez, Badé, Gudelj, Salas (Pedrosa, m. 77); Rakitic, Jordán, Óliver Torres (Sow, m. 85); Ocampos, Lukebakio, Rafa Mir (En-Nesyri, m. 71).


Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité gallego), asistido por Bueno Mateo y Cerezo Parfenof.  Mostró amarilla a Budimir y Torró por parte de Osasuna. A Rakitic, Salas y Pedrosa por parte visitante.


Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de LaLiga EA Sports disputada en El Sadar ante 19.670 espectadores.