Comenzó la semana Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna, trabajando en Tajonar con todos los integrantes de la primera plantilla a su disposición por vez primera en lo que va de temporada, pero el infortunio en forma de contratiempos físicos de algunos de sus futbolistas le generan a día de hoy un dilema sobre quién será el ocupante del lateral izquierdo en el próximo compromiso liguero de su equipo, el que este domingo a partir de las 14.00 horas va a disputar contra el Betis en el estadio Benito Villamarín de Sevilla.

Y es que Juan Cruz, quien más veces ha ocupado esa demarcación en el presente ejercicio, se encuentra ahora mismo fuera de concurso por lesión –tiene “una rotura muscular en el aductor largo de la pierna derecha”, según informó ayer el club–; Johan Mojica, en teoría sustituto natural del madrileño, se retiró del entrenamiento de ayer con molestias en el aductor de su pierna izquierda; y Rubén Peña, el elegido contra el Granada para jugar en ese puesto pese a ser diestro, completó únicamente una parte de la sesión al encontrarse todavía renqueante de la contusión que sufrió el martes.

Fueron estos algunos de los motivos que propiciaron que el técnico rojillo alineara a Rubén García como lateral izquierdo en uno de los dos equipos del partidillo con el que puso fin al entrenamiento de ayer. Lo hizo antes de que Mojica se retirara al vestuario, momento en el que el valenciano cambió de bando, pero no de ubicación, mientras que Bittor Alkiza, segundo de Arrasate, se convirtió en sustituto de emergencia del colombiano para continuar con el ejercicio de once contra once en tres cuartos de campo.

Con semejante panorama, no se puede descartar que Rubén García sea finalmente el elegido para jugar como lateral izquierdo este domingo en Sevilla en el supuesto de que no se encuentren al 100 % de sus posibilidades Mojica ni Rubén Peña, y no necesariamente por este orden. A priori se antoja como una solución coyuntural, aunque tiene poco de novedoso, pues Jagoba Arrasate ya ha alineado en esa demarcación al valenciano en un par de ocasiones desde el aterrizaje de ambos en Osasuna en la temporada 2018-2019: contra el Atlético en el Metropolitano (2-1) en la penúltima jornada de la campaña 2020-2021 y en la primera fecha de la 2021-2022 contra el Espanyol en El Sadar (0-0). En Madrid jugó de carrilero y asistió a Budimir para que el croata adelantara a un Osasuna que jugó con tres centrales, mientras que contra el cuadro catalán lo hizo como lateral en una defensa de cuatro.

Así que se trata de un recurso que no es nuevo y que seguro que Rubén García acepta de buen grado, pues su protagonismo en Osasuna ha ido decreciendo, teoría aplicable a su trayectoria como rojillo (la actual es su sexta campaña aquí) y a la que acumula este curso, en el que empezó como titular y marcó el primer gol en Liga de su equipo, disminuyendo progresivamente su participación. Además, el contrato de Rubén García, de 30 años, expira el próximo mes de junio y Braulio explicó recientemente que la situación del valenciano la abordará el club más adelante.