Osasuna va a vérselas este sábado con el equipo revelación de la Liga, que siempre es sinónimo de grupo que hace las cosas bien, que juega con tino, está en forma, anda sobrado de confianza y además cuenta con las dosis adecuadas de fortuna que empujan también a favor para que todo marche. La presencia del Girona en El Sadar es todo un aviso de que llegan dificultades multiplicadas y que Osasuna va a tener que abrazar su mejor versión para obtener una victoria; si a todo ello se une que el equipo de Arrasate está aún buscando su camino en casa, se anuncia un encuentro muy interesante y exigente.

Los rojillos retornan al hogar tras haber digerido una de esas decepciones rotundas tras haber perdido en el último partido en el tiempo de descuento –en el minuto 94 llegó el 2-1–. Tampoco fue un encuentro con méritos suficientes como para pensar en un botín inexcusable, aunque escueza igual. La falta de concentración en instantes cruciales resultó fatal y si salió un aprendizaje del fiasco, Osasuna ya habrá mejorado.

La importancia de los puntos como local es indudable y Osasuna está llamado a encontrar la llave en estas citas si no quiere meterse en apuros y vivir sin darle alegrías a los aficionados de El Sadar. Nada hay que oponer al entusiasmo y compromiso del equipo a cada partido, pero quizás llega el momento de la adecuada toma de decisiones –atacar el área rival con más sentido– y de la mayor determinación a la hora de buscar la portería rival. Osasuna es uno de los equipos que menos remata a puerta y, de hecho, en el partido ante el Betis slo lo hizo en una ocasión –fue el gol de Rubén García—.

Tras repetir las alineaciones en los dos últimos encuentros, Arrasate está en la misma tesitura para este compromiso en cuanto a disponibilidad de efectivos. Sigue lesionado Juan Cruz y Rubén Peña está llamado a ocupar el flanco izquiero, Areso el derecho y los dos centrales habituales el eje. Chimy Ávila y Budimir, los hombres que desactivaron al rival en la única victoria en El Sadar –frente al Granada (2-0)–, también tienen sitio seguro en el once, pero aunque este viernes Arrasate no ofreció pistas sobre la alineación, no ocultó que quiere un partido de los suyos con más control del balón y también con verticalidad. La puerta está abierta a las variantes del eje hacia adelante. Por encima de los hombres, también lo dijo el técnico, está el plan, y el de Osasuna es incomodar al Girona, interferir en un orden que le hace jugar sin sentir molestias.

La temporada pasada, en el último encuentro de Liga, el Girona ofreció una gran imagen en El Sadar, incluso con una sobrexcitación mal llevada por alguno de sus futbolistas que habían llegado con opciones pequeñas de asaltar el séptimo puesto pero que se fueron desbaratando. Míchel, el técnico, recupera a Èric García, que podría regresar al once, para cubrir la baja del lesionado David López, y Pablo Torre. El equipo catalán es un grupo bien organizado, con alternativas en el juego, en el que brilla el extremo brasileño Savio y el ariete ucraniano Artem Dovbyk, un bicho grande pero con mucha movilidad. El Girona lleva 25 goles, solo igualado por el Atlético, ahí hay peligro.

Los datos del Osasuna-Girona

Los datos del Osasuna-Girona

Los datos

Una sola baja. Juan Cruz es la única baja de Arrasate para el encuentro de esta tarde.

Cuatro de quince puntos. Es el balance de Osasuna como local. Sólo lleva una victoria en este curso en El Sadar, la del último partido con el Granada.

Dos seguidos en casa. Los rojillos afrontan un calendario con dos encuentros consecutivos como locales, hoy frente al Girona y el sábado próximo con Las Palmas (18.30). El último encuentro del mes será en Villarreal (el domingo 26 a las 14.00 horas), porque hay parón de selecciones de por medio.

Sus números. El Girona terminó con 49 puntos la pasada temporada: ya tiene el 57% de los puntos del último curso, 28. Tras once jornadas, tiene 19 puntos más que el curso pasado.