Marc Cardona (Lleida, 8/7/1995) llegó a Osasuna en 2019 tras el desembolso de 2,5 millones al Barcelona por el prometedor futbolista que estaba cedido en el Eibar. Sin embargo, las expectativas con el atacante no se cumplieron y, tras 25 partidos como rojillo y dos cesiones de por medio al Mallorca y al Go Ahead Eagles holandés, en el verano del año pasado se llegó a un acuerdo con él para su salida –tenía contrató hasta junio de 2023– que permitió su fichaje por Las Palmas por dos temporadas.

Osasuna se aseguró el cobro de una serie de variables por objetivos individuales y colectivos como el ascenso a Primera División, cosa que hizo Las Palmas el pasado curso. A Marc Cardona le tiró la presencia en el banquillo del conjunto canario del técnico que le dirigió en el Barcelona B, Francisco Javier García Pimienta.

La confianza del entrenador hizo cambiar a Marc Cardona en su primer curso. En esa temporada, la pasada, fue uno de los máximos goleadores del equipo marcando siete goles en 37 partidos y 2.089 minutos, que fue de los que dispuso. El atacante amarillo fue una de las piezas clave del equipo al comienzo de la temporada, marcando cuatro goles en las cuatro primeras jornadas. Su papel está resultando tan satisfactorio que en el mes de junio pasado amplió su contrato hasta 2026. Esta temporada ha disputado siete encuentros de Liga, cuatro de ellos como titular, y lleva anotados dos goles.

En Osasuna, a Marc Cardona le tocaron tiempos difíciles, con competencia que le pasó por encima y con la que no había modo de pelear. En su única temporada completa como rojillo, la 2019-20, disputó 19 encuentros de Liga y tres de Copa y marcó dos goles –ante el Mallorca en la Liga (2-2) y contra la Real Sociedad (3-1)–. En aquel curso, meter el morro en el equipo se antojaba más que complicado porque Osasuna vivía los mejores tiempos del Chimy Ávila –autor de nueve goles hasta su lesión–, Rubén García estaba desatado con ocho goles y Roberto Torres se lanzó hasta los siete.

En la siguiente temporada, las puertas para jugar se le cerraron porque no fue considerado una alternativa pese a estar el Chimy lesionado y, de hecho, llegó del Mallorca de Segunda Budimir, equipo al que fue cedido el catalán como parte de la operación. A la cesión en Palma siguió otra en Holanda –dos goles hizo en el Go Ahead Eagles en 22 partidos– y ahora en Las Palmas por fin le suena bien la canción.