Llevaba Osasuna unas semanas con un juego apañado pero con unos resultados la mar de horribles. Por eso, Jagoba decidió que, antes de entrar oficialmente en barrena, era momento de tirar del librillo de los básicos: armar un equipo sólido e intentar salir al ataque pero solo cuando fuera preciso. 

Y se le dio que ni en sueños cuando en apenas dos minutos a Budimir le entró la vena de pívot balcánico, pivotó, protegió el balón con su cuerpo y encontró a Moi, que fusiló a Remiro por la derecha. El plan parecía que sonreía a Arrasate y los suyos. 

Pero a partir de ahí al equipo rojillo le faltó estirarse un poco para darle algún susto al rival. Aún y todo es entendible.Contra el Villarreal lo hizo y en tres zarpazos le clavaron tres goles, así que entre el defecto y el exceso, Osasuna tiró por lo primero para proteger al máximo la portería de un Herrera que no pasaba por sus mejores momentos en cuanto a confianza (solo hay que ver su intervención ante la prensa después del encuentro, necesitaba encontrarse de nuevo). 

La línea de cinco planteada por Arrasate, con los tres centrocampistas intentando que Merino y compañía no pensasen mucho salió a la perfección. Solo en un despiste de Catena, Sadiq yBarrene pusieron el susto en el cuerpo. Pero entre Sergio y David sacaron al balón. Ha habido goles menos celebrados que esa acción. A Sergio le devolvió la vida. 

Poco después Sadiq no perdonó y empató con un derechazo tremendo. Poco que objetar más allá de que Catena estuviese más expeditivo en el primer control. Pero, para alivio general del rojillo medio, esto no hizo mella en la moral de la plantilla. 

En la segunda parte, Osasuna mantuvo su idea clara: recobrar la solidez defensiva y solamente una acción por cada lado cambió los ritmos del partido. Primero fue Herrera quien salvó a los rojillos con una doble parada digna de lo que es, uno de los mejores porteros de la Liga. Pocos minutos después, Remiro se confundió en una salida y dejó el balón para que el Chimy rematase (de lejos) a portería vacía. Falló el argentino en algo que no es normal en él. Pero el foco estaba puesto en otro sitio. Y ahí Osasuna cumplió notablemente. Ahora queda un final de año para consolidar esas bases y sumar puntos casi con avaricia.