Con la goleada que endosó este sábado al colista Almería (0-3), Osasuna mató (en sentido figurado) varios pájaros de un tiro, pues regaló una victoria a su entrenador en el primer partido de Jagoba Arrasate tras anunciar que abandonará el club al final del presente ejercicio, puso fin a una racha de dos derrotas consecutivas (venía de perder 2-0 con el Girona y en Montilivi y 2-4 con el Real Madrid en El Sadar) y además se sumó a la pelea por regresar a la Conference.

Europa todavía es posible para Osasuna, pero con matices. Alcanzó ayer el conjunto navarro los 39 puntos, pero necesitará unos cuantos más en las ocho jornadas que restan para el final de Liga si quiere clasificarse para una competición continental por segunda temporada consecutiva. Eso, y que el Athletic gane la final de Copa que el próximo sábado juega contra el Mallorca en La Cartuja de Sevilla. Y es que una victoria del equipo bilbaíno permitirá al séptimo clasificado ir a la Conference, como le ocurrió a Osasuna la pasada campaña.

Los rojillos se acostaron ayer en la novena plaza con 39 puntos, a tres de los 42 del Betis, séptimo y que esta tarde afronta un complicado partido en Montilivi contra el Girona. En esta pelea también hay que tener en cuenta a un Valencia que es octavo con 41 puntos y un partido menos (uno aplazado contra el Granada en el Nuevo Los Cármenes que recuperará este jueves) y a un Villarreal que va décimo con 38 puntos y que mañana lunes cierra la jornada recibiendo a un Atlético que se está jugando entrar en Champions. La sexta plaza, que da plaza en Liga Europa y la ocupa ahora la Real, la tiene Osasuna a siete puntos, que pueden ser más en función de lo que haga esta tarde el cuadro donostiarra en Mendizorroza.