La segunda línea de Osasuna acompañó a Raúl García de Haro, que acaparó los focos con su doblete en el Wanda Metropolitano, y de esta manera los goles de Aimar Oroz y Lucas Torró sellaron el definitivo 1-4 en el marcador. El tanto del alicantino era el primero que anotaba en esta temporada, mientras que el de Arazuri conseguía su segundo gol del curso, después del que consiguió de penalti ante el Valencia en la tercera jornada de Liga.

Torró, que no se ha caracterizado por ser un jugador con llegada y gol, no marcaba con Osasuna en partido oficial desde la temporada pasada, cuando vio portería en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid en La Cartuja, cuenta con cuatro goles en sus estadísticas como rojillo. El último, ayer en el Wanda, de volea al primer toque al aprovechar un balón aéreo de Pablo Ibáñez en el tramo final de la contienda.

El jugador valenciano reconocía al término del partido que Osasuna había conseguido una “victoria importantísima y muy difícil porque los números decían que de los nueve partidos que habíamos jugado contra ellos, habíamos perdido los nueve con Jagoba y sabíamos lo difícil que era venir a este estadio y creo que hemos hecho un partido muy serio desde el principio. Hemos empezado muy bien, ganando los duelos, las disputas, teniendo ocasiones y creo que hemos tenido el partido contolado de principio a fin. Es verdad que ellos han tenido ocasiones, pero la victoria es justa”.

En el plano personal, el de Concentaina reconocía encontrarse “contento porque en los últimos partidos no estaba participando mucho, y hacer un partido así, que el equipo gane y con ese gol... me voy muy contento a casa”.

Por otro lado, Aimar Oroz ayer volvió a marcar un gol como jugador de Osasuna, el segundo en su cuenta particular en el presente ejercicio después de anotar, a domicilio también, en Mestalla. El de Arazuri aprovechó en el interior del área un rechace de Oblak a disparo de, precisamente, Lucas Torró, para ampliar distancias en el marcador a puerta vacía.

Después, sonriente en zona mixta, aseguraba que tanto él como sus compañeros llegaban al Metropolitano “con ganas de ganarles porque desde que volvimos a Primera habíamos perdido todos los días. Así que bueno, ganar aquí en el Wanda es un lujo”.

En esa línea, el canterano, que firmó la que es su quinta diana con el primer equipo de Osasuna, se mostró “contento con poder ayudar al equipo y muy feliz por los tres puntos” y finalizó deseando “a ver si cerramos la temporada como Dios manda en casa”.