Osasuna cumple con el objetivo

Osasuna cumplió el objetivo en Chiclana y en el segundo viaje a la localidad gaditana certificó su clasificación para la siguiente eliminatoria de la Copa. Vicente Moreno vio en la distancia, desde su localidad, Massanassa, cómo sus jugadores unieron al triunfo frente al Valladolid un segundo homenaje en forma de victoria, esta vez en la competición copera.

Con los menos habituales componiendo el once titular, con la visita al Bernabéu en el horizonte, Osasuna ejecutó el plan en uno de esos típicos encuentros de Copa entre dos equipos con diferencia abismal. Hubo muchos minutos -la primera mitad- de esforzada discusión del partido gracias al ánimo del Chiclana y una reanudación en la que el conjunto de Primera sacó la calidad a relucir y resolvió el choque en un visto y no visto. Si los técnicos de Osasuna querían darle minutos a sus futbolistas menos usados y ponerlos en el brete de dar la cara en el debut en la competición, el asunto les salió por todas partes. Hubo un rato largo para competir frente a un rival que fue a por todas, y jugadores que enseñaron que están listos para entrar en los planes del entrenador en tareas mayores. La Copa tiene sus alicientes y saber aprovechar las oportunidades es uno de ellos.

Osasuna dominó el partido y la primera parte, en la que no se movió el marcador, también estuvo bajo su mando. Pablo Ibáñez, pero especialmente Iker Benito y Raúl García comandaron las operaciones de los rojillos. Especialmente el extremo y el delantero animaron el juego del ataque del equipo, en el que participó también el centrocampista. Arnaiz y Herrando también rozaron el gol.

El Chiclana se dejó el alma, cómodo en la pelea y la brega, en las segundas jugadas y en la intensidad, pero para lo que no estaba preparado, eso se temía la parroquia local, era para que Osasuna sacara el mazo, la pegada de un equipo de Primera, y se derrumbara el castillo de la ilusión construido a base de sudor. Y es lo que pasó. Raúl García hizo filigrana en el primer gol rojillo marcando de tacón tras una buena jugada del extremo, y el propio Iker Benito fue derribado por un defensa, que cometió un penalti claro, lo que permitió que él mismo marcara el segundo. En cuatro minutos, Osasuna dio carpetazo a la eliminatoria cuando quedaba más de media hora por delante.

El encuentro fue entonces un paseo futbolístico de Osasuna, que sumó tres dianas más al resultado final con goles de Arnaiz, Moi Gómez y otro de Raúl, pero que tuvo otras cinco oportunidades claras como para firmar una goleada de escándalo. Barja jugó sus primeros minutos desde marzo e Iker Muñoz se reincorporó a la faena tras haberse lesionado en agosto. Todo el mundo contento. También Vicente Moreno en la distancia.