Osasuna ya se ha metido en la zona caliente de la Copa, que será todavía en el formato de eliminatoria a un solo partido, porque llegar a los octavos de final supone que la competición se pone definitivamente interesante. La victoria ante el Tenerife formaba parte de un trámite envenenado, ya que la visita a un equipo de Segunda elevaba el listón de la exigencia e incrementaba el riesgo, factor ineludible en estas citas a noventa minutos.
El equipo de Vicente Moreno respondió en un encuentro con menos dificultades que las mostradas en el marcador final –solo un gol de renta–, pero en el que nunca se vio peligrar ni la clasificación ni la victoria. Fue un encuentro comodísimo en la primera mitad y menos dulce en la segunda. El miedo que genera la Copa por el efecto imán que ejecuta hacia los sustos el formato del torneo no hizo acto de presencia en el estadio chicharrero. Osasuna hizo suyo el trámite y punto.
Todo discurrió con suma tranquilidad, demasiada, hasta que sucedió el cortocircuito. Fue en el minuto 45 cuando el gol del Tenerife obligó a Osasuna a estar vigilante tras medio partido sin sentirse incomodado más allá de algunos centros dentro de un juego opaco. El partido se había convertido hasta entonces en una sucesión de acciones fatales saldadas con goles. Las dos dianas de los rojillos se produjeron con intervención de futbolistas del conjunto canario: la primera, entre Jorge Herrando y la chepa de Enric Gallego; la segunda, con un pepinazo de León en el área pequeña sobre su portero al intentar defender un córner.
A Osasuna le dio vida las acciones de estrategia, ya que los goles llegaron tras dos córners. En el tanto local, por contra, una aproximación deslabazada y sin mucho criterio del Tenerife, un disparo lejano de León rozó en Boyomo y descolocó a Aitor Fernández. Los tres sucesos con fatalidad animaron una primera mitad de superioridad absoluta de los rojillos, dominio de la situación y un par de ocasiones más para engordar la renta, las firmadas por Budimir y Lucas Torró.
A Vicente Moreno le estaba funcionando la apuesta casi total por los titulares –salvo el relevo del portero, así se podía considerar al resto del grupo de elegidos–, pero más por el poco fuste local que por el juego mejor, que no hacía falta para los rojillos. Discretos y suficientes, superiores, fue el resumen.
La segunda parte descubrió a un Osasuna más incomodado por el ímpetu del Tenerife. Álvaro Cervera debió entender que el estímulo de la cercanía del marcador le daba para armar una prueba mejor para la Liga, que es su única preocupación. El equipo canario se convirtió por fin en un contrincante, porque se perfiló con algo más de picardía y mordiente por los cambios, pero eso no se tradujo en oportunidades. Sólo hubo un lanzamiento de falta que pinchó la pelota en la cruceta de la portería de Aitor Fernández.
Que el partido circulara por una aparente igualdad, no hizo que los rojillos temieran en ningún momento por el resultado final. Al contrario, fue Osasuna quien tuvo más cerca las posibilidades de ensanchar la brecha de goles. Herrando rozó de nuevo el gol en un remate de cabeza en un córner, Budimir probó al meta local en un lanzamiento desde el borde del área e Iker Muñoz, uno de los relevos de Osasuna mediada la segunda mitad, exhibió precisión en un disparo casi desde el centro del campo al que el portero, Edgar Badía, acertó a interponer la manopla.
El partido y la eliminatoria se marcharon hacia su conclusión bajo la vara de mando de Aimar Oroz. El canterano hizo de la segunda mitad una cuestión casi personal y realizó una exhibición con la pelota. Hubo regates por las bandas, cabriolas entre defensas doblados, engaños en el eje y, sobre todo, ese fútbol picante de quien encuentra soluciones con la mirada puesta en la portería rival. Fue el color en un encuentro de pura burocracia, en blanco y negro.
Ficha técnica:
- 1 - CD Tenerife: Édgar Badía; David Rodríguez, José León, Sergio González, Medrano (Rubén Alves, m.73); Bodiger, Aarón (Ángel, m.63); Waldo (Alassan, m.46), Cantero (Marlos, m.46), Teto (Diarra, m.73); y Enric Gallego.
- 2 - CA Osasuna CF: Aitor Fernández; Areso (Iker Muñoz, m.78), Boyomo, Herrando, Rubén Peña (Nacho Vidal, m.65); Moncayola (Juan Cruz, m.90+2), Lucas Torró, Oroz; Abel Bretones, Budimir (Raúl, m.90+2) y Rubén García.
- Goles: 0-1, M.6: Herrando. 0-2, M.24: José León, propia puerta. 1-2, M.42: Boyomo, propia puerta.
- Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Territorial Valenciano). Amonestó al local Marlos (m.55), Ángel (m.78) y Alassan (m.90+1), y a los visitantes Moncayola (m.42), Boyomo (m.47) y Budimir (m.90+2).
- Incidencias: Partido de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 16.602 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento reciente de José Fernando Rodríguez Aceró, exconsejero del CD Tenerife, y Virginia Olivera, ex abogada del CD Tenerife.