Brandon reclama a Osasuna 136.742 euros que ha pagado a Hacienda tras salir del club
El jugador cobró en neto 475.000 euros e hizo frente a una inspección fiscal que entiende que debe pagar la entidad rojilla porque así se contempló al pactar su rescisión
El Juzgado de lo Social 3 de Pamplona celebró este martes un juicio por la demanda presentada por el exfutbolista de Osasuna, Brandon Thomas, actual delantero del PAOK griego, contra la entidad rojilla, a la que exige en pago de 136.742 euros que ha tenido que abonar el jugador a la Hacienda estatal en concepto de tributo, sanción e intereses por la indemnización que recibió tras su salida del club en junio de 2021.
Brandon, de 30 años, percibió una cantidad neta de 475.000 euros, cuando abandonó el club restándole un año de contrato y a su salida se le dio la consideración jurídica de despido improcedente, pero la representación letrada del jugador entiende que fue una salida de mutuo acuerdo. Y en la que, de hecho, los representantes del atacante, según manifestaron, ya conocían que se podía dar una circunstancia como la que ahora ha ocurrido y que Hacienda reclamara fiscalmente por dichos emolumentos. Por ello, dijeron, estipularon una cláusula en el acuerdo extrajudicial que se formalizó antes de la carta de despido, en la que precisaban que si se producía una reclamación fiscal al jugador por la cantidad percibida sería Osasuna quien respondiera por la misma.
Inspección fiscal y un acuerdo con cláusula previsora de garantías
Así, en marzo de 2024, Brandon fue objeto de una inspección fiscal y se le exigió el pago de 136.742 euros como impuesto, interés y sanción por la cantidad que percibió de Osasuna, al que ahora reclama ese abono más el 10% de intereses. El club navarro rebatió en la vista dicho argumento, aseguró que el futbolista firmó un despido improcedente por el que la entidad navarra ya desembolsó 195.392 euros en impuestos (el bruto total que abonó fue de 670.400 euros) y que ha sido el jugador quien ha alcanzado un acuerdo con Hacienda para regularizar su deuda fiscal, que ahora quiere repercutir en el club pero que es a él a quien le corresponde. Además entiende que Hacienda no puede entrar a valorar si hubo connivencia o no en el despido por no ser de su competencia y que por encima del pacto alcanzado está la ley que obliga a tributar al futbolista.
Brandon, que estuvo presente en el juicio, manifestó que fichó por Osasuna por tres temporadas en 2019 tras haber jugado ya la temporada anterior en calidad de cedido por el Rennes francés. Resultó una pieza importante en el ascenso con Jagoba. En caso de que el club rojillo subiera, como así ocurrió, se activaba una compra obligatoria por tres temporadas. Sin embargo en Primera no dispuso de oportunidades. Se fue cedido al Girona, sufrió una grave lesión de rodilla que le tuvo parado, y luego salió cedido al Leganés. En Osasuna jugó solo 108 minutos de la Copa entre 2019-20 y 2020-21. En junio de 2021, cuando le restaba un año de contrato, Braulio le dijo que el club no contaba con sus servicios y buscaron una salida porque el Málaga quería hacerse con sus servicios. “Lo único que no quería era perder ni un euro del año de contrato que tenía. Y sabía por otros compañeros futbolistas que Hacienda podía reclamarme luego y por eso pedí cobrar esa cantidad en neto para que no hubiera riesgo fiscal”, declaró ayer el futbolista en el juicio.
El representante de Brandon: "No hay que darle más vueltas, a Osasuna le beneficiaba"
El que fuera su representante, José Rodríguez Baster, de Promosport, aseguró que al jugador no se le despidió, sino que hubo una rescisión de mutuo acuerdo. Declaró que la consideración jurídica como improcedente le interesaba a Osasuna porque obtenía un beneficio fiscal. E igualmente que como el Málaga se encontraba en una situación delicada no podía asumir todo el contrato del jugador de la siguiente temporada y de esta forma Osasuna pagaba una parte. Dijo que fue Fran Canal quién ideó la fórmula del despido improcedente como formulismo posterior para abonar la cantidad neta al jugador. Aseguró que “se trataba de no gravar al club y que el futbolista no perdiera dinero. Pero si reclamaba Hacienda, pagaba Osasuna”.