Osasuna no logró salir de la cueva hasta que recibió el segundo gol y el Barcelona se puso en plan ahorro de energía; o sea, cuando el partido estaba casi sentenciado. Pese a esto, los rojillos maquillaron algo su imagen en la media hora que siguió al descanso, tocando más balón y trabajando la banda derecha. Herrando y Moi dispusieron de sendos remates para hacer gol pero no acertaron. Lewandowski, sin embargo, no falló.
Las circunstancias que envolvían este partido derivaron en una alineación en la que por primera vez esta temporada formaban de inicio 6 jugadores de la cantera. En el pasado curso, Arrasate puso de inicio a 6 chicos de Tajonar en cuatro partidos (no llegó a los 7). Además, ayer estaban en el banquillo Osambela y Jon García.
Había mucha confianza depositada en Iker Muñoz después de su rendimiento en el curso anterior. Todo apuntaba a que rivalizaría con Torró por el puesto. Sin embargo, la lesión en la primera jornada le mantuvo 62 días alejado de los focos y tras su regresó ha estado lejos de su mejor nivel. Ayer tenía una oportunidad como titular pero a la media hora se retiró lesionado. Esta temporada solo ha jugado poco más de 400 minutos.
Los datos de los equipos de Moreno como visitantes no eran muy alentadores. A día de hoy, esa dificultad para ganar lejos de Pamplona ha confirmado lo anterior. Y es difícil puntuar si no se hace gol y en este apartado Osasuna es el equipo más rácano de Primera con solo 7 goles, el último hace cerca de mes y medio en Mallorca.
Sea por la fatiga de los internacionales, por las bajas o porque ahora aprieta más la clasificación, el caso es que Vicente Moreno cambió notablemente la alineación que había preparado para el encuentro que no llegó a disputarse. Lo más llamativo era la renuncia a la defensa con tres centrales que eligió entonces, para jugar ayer con Catena y Herrando. Y más sorprendente resultó que metiera a Boyomo en el campo tras el descanso, con 2-0 en el marcador.