Para completar lo que fue un partido aseado, a Osasunale faltó poner en algún aprieto a Unai Simón. Pero no fue hasta el minuto 90 que los rojillos dispusieron de una oportunidad de marcar; el disparo esquinado de Rubén Peña encontró el cuerpo del guardameta que antes solo usó los brazos para acunar un débil envío con la derecha de Bretones. Más inquietante fue el cabezazo de Torró en el minuto 5, pero el balón escapó junto al poste.
De cómo encaró Osasuna el partido la mejor expresión la aportan los cuatro saques de esquina que botó el conjunto rojillo en los cuatro primeros minutos. El equipo comenzó con mucha intensidad, impidiendo que el Athletic cruzara el medio campo. Pero luego tomó precauciones. Ya no lanzó más saques de esquina.
Otra pésima gestión de los recursos. El Promesas se jugaba ese domingo con el Sestao el escapar de la zona de descenso. Con un compromiso tan decisivo, Vicente Moreno mete en la convocatoria a dos de los pilares del filial, el defensa central Ismael Sierra y el centrocampista Osambela. Ambos fueron espectadores en San Mamés mientras que su equipo sufría una severa derrota que compromete su permanencia en 1ª RFEF. Un disparate.
No es ninguna novedad que Osasuna empate como visitante. Sí que los es el cerrar el encuentro dejando la portería inmaculada. Han transcurrido 106 días desde la última vez que los rojillos lograron quedar imbatidos. Fue el pasado 14 de diciembre en el encuentro disputado en el campo del Espanyol.
A estas alturas de campeonato, para Aitor Fernández era su primer partido como titular. Y una vez más el guardameta exhibió su fiabilidad con tres intervenciones que frenaron las ansias goleadoras del Athletic. Los abrazos de sus compañeros al final del encuentro eran la mejor expresión de la importancia de sus paradas para el equipo. Ahora, Vicente Moreno debe decidir si le da continuidad o sigue con Sergio Herrera.