Fotos del partido entre Betis y OsasunaEFE
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La sequía de Osasuna fuera de casa se prolonga y el equipo de Lisci sigue bloqueado en un escenario ya no solo árido como visitante sino, tras encuentros como el de La Cartuja, simplemente abrasador. Son cuatro partidos en los que, por unas circunstancias u otras, por la talla del rival o los errores propios, por el peso de los aciertos sobre los defectos, se ha regresado siempre de vacío. Rivales distintos y encuentros diferentes han llevado a Osasuna a la misma situación. La conclusión general es que no hay modo de puntuar, aunque descendiendo al detalle, citas como la del Betis se convierten en un jeroglífico imposible de resolver si los fallos propios escriben la historia del partido. Dos desaciertos graves de Catena y Boyomo, con veinte minutos de margen entre uno y otro, liquidaron las opciones de Osasuna y dieron alas al Betis. La sentencia quedó dictada.
No hay planteamiento, atractivo, atrevido, feo, conservador, que se sostenga sobre la falta de rigor, sobre borrones que se cobran la factura en forma de goles. Cualquier apreciación sobre la propuesta de Osasuna ante el Betis quedó borrada del mapa por los fallos consecutivos que aplanaron cualquier reacción. De hecho, el equipo se reformó a base de cambios y tiró de orgullo, pero la esperada la reacción, la milagrosa revolución para darle vida al encuentro, duró una decena de minutos, quizás como mucho veinte.
Osasuna, que mantiene una imagen esperanzadora en El Sadar y se llega a reconocer un equipo con una propuesta atractiva en lo ofensivo y con el balón, flaquea en cuanto viaja a terreno ajeno, y eso es un problema. Las sensaciones que quedan tras el partido en La Cartuja no son buenas, porque hubo fragilidad y no hubo argumentos para crear problemas. Todo duele.
Fue un encuentro desagradable, incómodo para los jugadores, sometidos al dictamen del marcador. No había pasado casi nada en el primer tiempo entre Osasuna y Betis, pero pasó un gol y luego el otro. El primero lo propició Catena que, tras haber salido al cruce con acierto ante Fornals se complicó con la pelota en una maniobra extraña que permitió al bético el robo de la pelota y el centro sobre Abde, que marcó a puerta vacía. Estuvo noqueado Osasuna hasta que, sin que no hubiera pasado casi nada, ni siquiera mucho sufrimiento, llegó el segundo error, el segundo gol, la sentencia. Esta vez fue Boyomo quien se confundió, dio la pelota a Fornals y éste a Cucho Hernández, que encontró el fondo de la portería ante la inacción de los defensas.
La reacción de Osasuna en el segundo tiempo duró poco más de cinco minutos, cuando Víctor Muñoz le metió una nueva marcha al juego de ataque y firmó la ocasión más clara, con un lanzamiento que obligó al meta local a lucirse. El equipo de Lisci se fue apagando con el paso de los minutos y ni la sucesión de cambios ni la reorganización del equipo sirvió para nada. Ya estaba escrito el resultado, con la colaboración de Osasuna.
Real Betis (2): Pau López; Bellerín (Ortiz, minuto 76), Natan, Valentín Gómez, Ricardo; Amrabat, Marc Roca (Altimira, minuto 68), Fornals (Riquelme, minuto 76); Antony, Abde (Aitor Ruibal, minuto 55) y Cucho Hernández.
CA Osasuna (0): Sergio Herrera; Rosier (Barja, minuto 82), Catena, Boyomo, Herrando (Becker, minuto 46), Bretones; Moncayola (Osambela, minuto 82), Torró (Víctor Muñoz, minuto 46), Moi Gómez (Iker Muñoz, minuto 65); Raúl García y Budimir.
Goles: 1-0, minuto 18: Abde. 2-0, minuto 38: Cucho Hernández.
Árbitro: García Verdura, catalán. Amarilla para Moi Gómez (minuto 62).
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 7 de LaLiga disputado en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Asistieron al choque 50.034 espectadores.