Osasuna Genuine jugó por primera vez un campeonato en Pamplona el 27 de marzo en el Torneo de la Amistad. Un día histórico en el que participaron Alavés, Zaragoza, Eibar, Athletic y Real Sociedad. Su capitán y portero Oier Altuna, que tuvo un reencuentro especial, admite que competir en casa fue "una cosa que no se puede explicar así con palabras".

"El ambiente que se monta en los partidos de Genuine no se ve en ningún otro", destaca Altuna. Tras haber jugado solo dos torneos desde el inicio de la pandemia, el final de esta temporada viene cargado de partidos e ilusión para los rojillos.

¿Cómo fue volver a jugar con el equipo después de tanto tiempo?

-Jugamos la última liga en Sevilla (febrero de 2020) y después no volvimos a tener partidos hasta casi dos años después en Tarragona (noviembre 2021) y súper a gusto. Volver a jugar un torneo es muy grande. El ambiente que se monta no se ve en ningún tipo de partido.

Después de Tarragona su primer torneo fue en Tajonar.

-Es una cosa que no se puede explicar así con palabras. Fue como que se te abría una puerta nueva. Tampoco nos imaginábamos jugar en Pamplona. Luego las expectativas que teníamos en mente se cumplieron todas. Vino un montón de gente, casi todo de familia de los jugadores. Y los otros equipos también trajeron afición. Se montó una muy bonita.

¿Qué les dijo su entrenador Julen Etxebeste antes de los partidos?

-Sobre todo que disfrutáramos. También que aplicáramos lo que habíamos entrenado. Ya sabemos cómo es la Genuine que no hay enfados, son todo valores. Ya que éramos los de casa, nos dijo que se tenían que notar esos valores.

¿Esa semana los entrenamientos fueron más especiales?

-Siempre estamos con ilusión, es lo único que no nos falta. La intensidad y las ganas no faltan nunca. Una vez que estábamos en Tajonar el domingo si que noté que la gente estaba muy nerviosa y entusiasmada.

"No me imaginaba jugar en Osasuna, ahora somos un equipo más; aquí se aprende mucho de fútbol pero, sobre todo, los valores"

Esos nervios se tradujeron luego en buen juego. Ganaron dos partidos y empataron uno. En lo deportivo y en lo humano fue un gran día.

-En lo humano, no hay ninguna queja. En cuanto a los resultados deportivos, todo fue perfecto. Incluso me extrañó lo bien que jugamos. Se nota el trabajo que hacemos entrenando.

¿Como capitán les dijo algo a sus compañeros?

-En ese momento ni me acordaba que era capitán. Era como si estuviésemos entrenando. Sí que al ser portero veo todo el campo les hablo y les aviso durante el partido.

¿Cómo afectó ese tiempo sin entrenar al equipo?

-El equipo siempre está con ganas de jugar, pero nos mandaban ejercicios para hacer en casa. Los hacíamos y por Whatsapp estábamos en contacto. Antes de jugar en Tarragona llevábamos un tiempo entrenando dos días, pero un día iba la mitad y el otro día el resto. Los porteros entrenábamos los dos días.

¿Cómo fue volver a entrenar ya todos juntos?

-Fue un choque. Además, cuando empezamos a entrenar todo el grupo, aún no se podía abrazar. El cuerpo técnico dijo que tenía que ser así y te acostumbras a hacerlo. En los primeros entrenamientos normales hubo muchos abrazos. Somos unos chavales muy cariñosos.

¿Qué supone para ustedes pertenecer a Osasuna?

-Es una chulada. He jugado en otros equipos y no me imaginaba jugar en Osasuna. Ahora somos un equipo más. Aquí se aprende mucho. Los valores, sobre todo, y de fútbol. Cada vez más vamos mejorando en cuanto a juego. Lo del entrenamiento se refleja en el partido, que es lo importante. Pero no le damos tanta importancia al resultado, cuántos goles metes o te meten. Es jugar y disfrutar. Al fin y al cabo, en la Genuine somos todos iguales, no hay nombres más importantes que los demás.

"En la Genuine no le damos tanta importancia al resultado, cuántos goles metes o te meten, al fin y al cabo es jugar y disfrutar"

En cada gol van todos a abrazarse hasta el portero y cuando les meten gol todo el equipo abraza al portero. ¿Qué les aportan esos abrazos?

-Esos son los valores. Cuando un delantero o cualquier jugador marca un gol, en vez de celebrarlo él solo, el gol lo hemos metido todos. Vamos a medio campo más o menos a abrazarnos todos. Al igual que cuando me meten gol vienen todos.

¿Y a usted como portero cómo le sientan esos abrazos?

-Te sientes más valorado. Te animan para seguir adelante porque si te meten gol te hundes.

¿Qué calendario tienen ahora?

-Vienen torneos bastantes seguidos. El 22 de abril vamos a Gijón. El finde del 20 de mayo jugamos en Cádiz. Y con dos semanas de diferencia tenemos en Bilbao.

Además de volver a jugar, usted tuvo un día especial en Tajonar. Ángel Ansa, que era su entrenador en Oberena en División de Honor cuando tuvo el accidente en 2008

-Con él me había visto por la calle ya alguna vez, pero nunca me había venido a ver. También es verdad que siempre jugamos fuera. No había tenido posibilidad. Cuando lo vi me hizo mucha ilusión y a él también.