pamplona. Llevar al perro suelto en la vía pública o no recoger sus excrementos puede resultar caro para sus dueños y multado con desde 60,10 euros hasta 150,25. La sanción se dispara además si el animal es de las razas conocidas como potencialmente peligrosas, con cuantías que van desde los 300,52 euros hasta 2.404,05, por ejemplo por llevar a estos canes sin bozal. Desde el día 21 al 30 de junio, un total de 65 ciudadanos han sido sancionados en Pamplona por no cumplir estas normas, dentro de la campaña especial de vigilancia de parques y zonas verdes realizada por Policía Municipal durante la última semana del pasado mes. Estas sanciones vienen a sumarse a las que habitualmente impone la Policía Municipal siempre que constata una infracción de las ordenanzas municipales. Por ejemplo, el año pasado hubo 164 sanciones, de las que 97 fueron por llevar a los perros sueltos y otras 17 por no recoger los excrementos depositados en la vía pública.

Estos datos han sido aportados por el Ayuntamiento de Pamplona y se obtienen de la aplicación de la Ordenanza municipal reguladora de la tenencia de animales en la ciudad. Ésta recoge la obligación de que los animales pasen atados "salvo en las zonas especialmente autorizadas para ello", de que los dueños recojan de forma inmediata los excrementos y de que los chuchos no beban de grifos o caños de agua de uso público.

CAMPAÑA DE VIGILANCIA La vigilancia se realizó en junio en las zonas de la ciudad que acumulaban más quejas ciudadanas sobre este tema. Estos espacios se ubicaban en Buztintxuri, Mendillorri, paseo del Arga, Taconera, vuelta del Castilllo, parque de la Media Luna, parque de la Vaguada, plaza Félix Huarte y trasera Frontón López, Echabakoitz, paseo de Ronda en el Caso Antiguo, Ermitagaña, Mendebaldea y el parque Biurdana.

SUELTOS, SÓLO EN ZONAs zec La ordenanza municipal recoge que los perros no pueden andar sueltos en la ciudad salvo en aquellos espacios especialmente determinado para ellos. En esos casos el dueño deberá estar cerca para poder controlar al animal. En caso contrario, los animales que circulen libremente en la ciudad tienen la consideración de "presuntamente abandonados" y son recogidos por los servicios municipales. En el caso de perros potencialmente peligrosos o que hayan causado agresiones en algún momento es obligatorio además que porten bozal. Los espacios delimitados, que se denominan Zonas de Esparcimiento Canino (ZEC), son actualmente 24 repartidos por toda la ciudad.

Además, los dueños de los canes están obligados a recoger de forma inmediata lo que excreta su perro en la calle o en los parques, limpiando la zona ensuciada y depositándolo convenientemente envuelto en alguno de los 142 contenedores caninos preparados específicamente para esa labor.