El declive de la manzana del bar Leyre
los vecinos alertan del deterioro de los pisos abandonadosEn los últimos años se han cerrado las viviendas y los comercios, y ha fracasado un proyecto de pisos de lujo
pamplona. Nació en los últimos años 20, entre las calles Leyre, Amaya, Olite y Teobaldos, y sus pisos fueron conocidos como casas baratas o casas de Gorricho, no en vano fue el constructor de Lerín Andrés Gorricho uno de sus promotores. Hoy, la manzana, de 4.880 m2, es llamada la del bar Leyre, por ser éste, junto al Larumbe, y al ya desaparecido San Remo (éste en la calle Teobaldos) uno de los más populares del Segundo Ensanche.
La manzana fue promovida por el Ayuntamiento, en colaboración con la iniciativa privada, a mediados de los años 20. Según recuerda el libro Historia de los barrios de Pamplona, estaba destinada a gentes "con menos recursos que aquéllos que podrían edificarse su propia casa o los que ocupaban los edificios más lujosos en otras calles". En la realización de esta obra "fue determinante la participación del constructor navarro Andrés Gorricho". De hecho, la manzana ha sido conocida como la manzana de Gorricho hasta hoy en día, y todavía los nietos de su promotor, hoy la familia Gortari, tienen propiedad en una parte.
Hace unos días, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, anunciaba, a preguntas de la asociación de vecinos durante la reunión mantenida en el II Ensanche, que su derribo, por lo menos en la parte de la calle Teobaldos y Amaya (no así Olite) es algo inminente. Prácticamente abandonada y "con riesgo de caída de cascotes", la primera edil explicó que los nuevos propietarios, entre ellos un banco de Valencia (antes pertenecía a Avanco) están preparando ya el expediente de ruina para poder derribar el inmueble. Los vecinos solicitaban que, mientras no se produzca la demolición, se acondicionen las fachadas por el riesgo que conllevan. Sin embargo, Barcina precisó que mientras que dicha solicitud no llegue al Ayuntamiento, "es mejor no hacer requerimientos para que adecenten las fachadas; no tiene sentido si se va a demoler en poco tiempo".
A los vecinos del II Ensanche no les falta razón en sus peticiones, ya que en los últimos años la manzana ha sufrido una degeneración tal, que hay riesgo de desprendimientos y de vandalismo. Todavía pueden verse las chapas de metal que protegen algunas cornisas de la caída de cascotes, y José Javier Ruiz de Erenchun, de la Asociación de Vecinos del II Ensanche, añade que "son un nido de ratas y palomas". De hecho, la última intervención llevada a cabo ha consistido en tapiar puertas y ventanas de los negocios ya cerrados, porque, como recordaba Roberto Enciso, el último dueño del bar Larumbe, "estaban entrando y saqueando las viviendas vacías".
RUMORES DE DERRIBO DESDE 2000 Los rumores de derribo de esta manzana ya comenzaron en 2000, y se intensificaron en 2006 cuando las empresas Avanco y GME, propietarias entonces de casi la totalidad de las 144 viviendas y los 30 locales comerciales existentes, anunciaron la construcción de 80 pisos de lujo en una parte de la manzana. En 2008, el proyecto de Avanco, que suponía el derribo de los edificios de la calle Amaya (actual portal 7) y Teobaldos (portales 7, 9 y 11) fue incluso presentado al Consistorio previo al derribo, y la firma colocó un gran cartel anunciando la construcción del edificio Avalon, que hoy todavía cuelga en la fachada y que preveía concluido en 2012. Sin embargo, esta iniciativa no cuajó en plena crisis económica, dado que se trataba de pisos de lujo, y hoy en día el futuro de la manzana es una incertidumbre.
Paralelamente, en estos meses se han ido ya cerrando y tapiando la práctica totalidad de los edificios y comercios que se encontraban en Leyre, Amaya y Teobaldos. Así, después de Sanfermines cerró el bar Larumbe, y el Leyre, algo más tarde. De la calle Amaya, se han ido también todos los negocios (el último que bajó la persiana fue la librería), y sólo están en uso, ya que esta parte es de otra propiedad, los bloques de viviendas de Leyre, 1 y Olite 12, y a pleno rendimiento Axa, y los bares La Carbonera y Gurú, también en Olite.