“Orgullo. Más que nervios es orgullo”. María José Equiza prenderá este miércoles a las 20.00 horas la mecha que de comienzo a las fiestas de Mutilva. Lo ha hecho junto a sus compañeras Beatriz Erlanz y Josune Madinabeitia. Las tres son trabajadoras de Fundación Ilundain, a la que el Ayuntamiento ha reconocido de este modo su labor en el año de su 40º aniversario.
La semana pasada recibieron la noticia. Ilundain, a través de su gerente, Patxi San Martín, quiso elegir a tres personas con una larga trayectoria en la Fundación –las tres llevan 20 años– y vinculadas a Mutilva. Erlanz y Madinabeitia llevan 13 años viviendo ahí y se consideran “hijas adoptivas”. Equiza es vecina de toda la vida. Este miércoles se han asomado por primera vez, y para la foto, al balcón del ayuntamiento, que volverán a pisar hoy ante una plaza repleta de vecinos.
Erlanz siempre supo a qué se quería dedicar: “Desde el principio tuve claro que quería trabajar con la juventud. Son el motor del futuro”. Equiza tampoco dudó en el dónde: “Pasaba por delante de Ilundain y me llamaba la atención lo que hacían. La juventud es la más olvidada muchas veces”. La Fundación cumple 40 años ayudando y ofreciendo servicios a jóvenes en riesgo de exclusión social. Sus programas se extienden por todo Navarra.
Durante estos años también han sabido adaptarse a las necesidades de la sociedad: “Orientación laboral es lo que más ha crecido y más demanda ha habido desde instituciones como el Gobierno de Navarra”, indica Equiza. En la Fundación tratan de mejorar la empleabilidad de personas en riesgo de exclusión social. Su Escuela de Segunda Oportunidad forma a los jóvenes que no pudieron hacerlo anteriormente. “Nos dedicamos a que adopten hábitos de trabajo que a veces cuestan dependiendo de la mochila que traigan”, destaca Erlanz. Además, han ampliado la oferta. Ya no atienden solo a menores de edad: “Trabajamos en programas de emancipación. Antes cuando cumplían 18 se quedaban un poco en el aire”, concluye esta trabajadora.
"La juventud es la más olvidada muchas veces”
En estos 20 años ligadas a Ilundain, ellas también han aprendido mucho. “Cuando empecé hacía un turno de tarde, salía a la noche y pasaba un rato alterada con las situaciones que habíamos vivido”, recuerda Elorz. Ahora valoran la importancia de separar la vida laboral de la personal y gestionan mejor la relación con los usuarios: “Se crean vínculos fuertes, pero sabiendo que nosotras somos las educadoras y ellos quienes necesitan el acompañamiento”, señala Equiza.
Mensaje
Este miércoles han aprovechado el chupinazo para transmitir que hay que confiar en los jóvenes: “Todos, sin excepción, deben tener las mismas oportunidades”, afirma Elorz. También pretenden eliminar el pensamiento de que Ilundain está vinculada a chavales conflictivos. Por último, tras los incidentes en el COA de Marcilla, hacen un llamamiento a la calma y la paciencia: “Desde el Gobierno se está trabajando para que no vuelva a suceder. Se va a tratar de mejorar la integración”, dice Equiza. Apuntan que ellas viven muchos casos exitosos de los que no se habla.