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Un estudio sobre euskera revela que para UPN "cumplir la ley es la excepción"

varios colectivos recogen firmas para forzar un cambio en política lingüísticaEl diagnóstico cita a la Mancomunidad como única administración pública que equipara castellano y vascuence

Un estudio sobre euskera revela que para UPN "cumplir la ley es la excepción"

pamplona. El uso oficial del euskera en Pamplona al mismo nivel que el castellano "es una excepción, en lugar de la norma", tal y como debería ser según la ordenanza del vascuence. Es decir, los agentes que trabajan por la promoción del euskera han constatado que para el gobierno municipal de UPN cumplir esta ley es una excepción, y que la única Administración pública que cumple estos criterios igualitarios es la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.

Así se desprende del diagnóstico elaborado por AEK, IKA, Sortzen, EHE y Administrazioan Euskeraz, que partiendo de este estudio han lanzado una campaña de recogida de firmas para obligar al equipo de Barcina a que cumpla la ordenanza y restituya el euskera "al lugar que le corresponda como una de las dos lenguas" de la ciudad. "Este diagnóstico no ha hecho más que confirmar las sospechas que ya teníamos", añaden estos colectivos, "al comprobar el trato discriminatorio que el Ayuntamiento aplica a los vascoparlantes".

En este sentido, se constata que "aparte de no respetar sus derechos, ni siquiera se cumple la ley". Además, este diagnóstico alerta de que "la propia ordenanza sólo busca un equilibrio aparente entre euskera y castellano, ya que en realidad no define cómo debe ser la presencia de ambos idiomas", lo que UPN ha aprovechado para dar preferencia al castellano y dejar la lengua vasca en un menor tamaño y en tipografías menos destacadas, de lo que hay múltiples ejemplos. Así, los rótulos de Policía Municipal en euskera (Udaltzaingoa) están impresos a un 70% del tamaño de los de castellano. "Esto conduce a una presencia anecdótica de la lengua vasca", concluye el estudio.

"aparente equilibrio" La crítica a la ordenanza en vigor por buscar un equilibrio "sólo aparente" entre ambos idiomas incluye otra reflexión: "Cuando un idioma está en una situación minorizada, y si de verdad se buscara la normalización lingüística, lo lógica sería que la lengua menos favorecida tuviera un impulso mayor; así las cosas, cuando en un rótulo aparecieran ambos idiomas, el euskera debería tener preferencia".

Este diagnóstico llega acompañado de numerosas fotografías de rótules que incumplen la ordenanza, y no sólo de entidades oficiales, sino también de contratas de obras.

En cualquier caso, los colectivos firmantes consideran que "lo más importante es que se trata de una reivindicación básica, y que puede ponerse en vías de solución a nada que haya una voluntad política", de ahí que surgiera la idea de "practicar una estrategia especial".

De esta manera, han decidido impulsar una recogida de firmas para colocar al euskera en "un lugar de preferencia en el paisaje de la ciudad". El objetivo es recoger miles de adhesiones antes de febrero, de modo que puedan registrarse después en el Ayuntamiento y hacerlas llegar a los distintos grupos políticos. "Si después los partidos están dispuestos, se tramitará como moción para votarla en el Pleno", lo que, atendiendo a los plazos, debería llegar a tiempo de que acabe la legislatura (las elecciones municipales son el 22 de mayo).