"Mi marido se ha jubilado y quiero estar con él", explicó Carvalhais, reconociendo que "sí que vendo mucho menos, pero la crisis a mí no me ha afectado tanto". En cambio, añade que le afectó "mucho que quitasen de esta calle la linea 3, incluso escribí cartas a la Mancomunidad y a los medios de comunicación". El cartel de liquidación del escaparate cumple mes y medio, periodo en el que Carvalhais calculó que había vendido género por valor de 12.000 euros. "Todavia me queda mucho genero (unos 80.000 euros), no creo que llegue a venderlo todo, como mucho 15.000 euros, el resto lo donaré a alguna ONG", adelanta Carvalhais, que apurará la fecha de cierre "hasta junio como muy tarde". Los precios prendidos en la ropa reflejan su intención. Casi todo está rebajado a 20 o 25 euros.
Carvalhais recuerda cuánto ha cambiado la tienda desde que la adquirió. "Aquí compraban de todo, este barrio hace 60 años era un mundo aparte, la gente no tenia dinero, quienes vinieron aquí hicieron las casas entre ellos", rememora. "Entonces esta tienda se conocía como la de Anuncia, luego estuvo dos años a cargo una mujer andaluza y después, unos siete una mujer que venía de 3B. Yo se la compré a los propietarios de las 3B de la calle Mayor", enumera Carvalhais, que describe cómo "tuve que hacer reformas en el escaparate, cambie los toldos, el mostrador, puse una fila de baldas, etc".
Además, desde el principio diversificó el género y apostó por una línea joven. Pantalones, trajes, abrigos, faldas, camisas, ropa interior... todos estos productos copan las baldas y percheros de la estancia. "Yo me vestía siempre con ropa de esta tienda. Y las vecinas que se lamentan es porque yo les aconsejaba, conocía su estilo y casi las vestía por completo", cuenta. Una vecina, que busca un pijama para su nieta, afirma que "yo he vestido a mis hijos con esta tienda", al recordar que "al principio vendían hasta zapatos, yo le compraba de todo y a veces le pagaba un mes después".
En la actualidad, vende sobre todo trajes, blusas y pantalones. "Cuando mis hijas eran pequeñas, me ayudaban mucho", apunta, que desde hace tiempo atiende el establecimiento sola, en horario de 10.00 a 13.30 horas y de 17.00 a 19.30 horas, aunque no olvida la "colaboración" de Pepi Viso, una modista que vive a dos calles de Moda Triple B y hasta el pasado mes de agosto había trabajado con ella, ya que se encargaba de los arreglos de las prendas.