"Cada dos meses traemos a un mago que destaca, es una actividad dirigida a los socios y colectivos de magos de zonas colindantes. Es el equivalente a un máster de cualquier carrera", explicó Marcos Ortega Noguera, presidente de la asociación. En este caso, el honor recayó en Stone. Este mago tiene muy claro cuál es el cometido de su magia: "Las personas olvidan los problemas y sueñan. Es algo parecido a ver un teatro o ir al cine", señaló.

Pero para llegar a ser un mago con prestigio internacional, llegar como invitado a una ciudad, dar conferencias y enseñar sus trucos ante un público; hacen falta años de esfuerzo y constancia. "Tienes que practicar mucho. Durante siete años, todos los días he trabajado, y sigo trabajando; 17 horas al día practicando magia, entre lectura, estudio y práctica", confiesa. Sin embargo, reconoce que en el mundo de la magia "no hay reglas". "Hay gente que es muy buena y en poco tiempo aprende mucho y gente que no".

la magia en navarra A juicio de Ortega, presidente de la asociación, "la magia en Navarra está viva respecto al número de aficionados que la practican, pero no por los que viven de ella. La magia se sigue programando como una actividad cultural". Ortega entiende que la magia tiene una función social: " Sirve para transmitir valores dentro y fuera de las aulas".

Por otro lado, cualquier persona que opte a entrar en la Asociación Navarra de Ilusionismo debe pasar una prueba. A los aspirantes se les entrega dos libros. "Deben resumir uno y preparar unos juegos basados en las dos obras". Una vez que una persona es apta, puede acudir a las reuniones de la asociación. "Nos juntamos todos los miércoles en un local de la parroquia San Miguel a las 20.00 horas. No es una academia donde se explican trucos, pero sí se aprende y se comparten ideas y conocimientos", indica Ortega. Actualmente, la asociación está compuesta por 30 personas y la media de edad supera los treinta, aunque también hay magos jóvenes como Martín Azcárate, de diez años, y Odei Santamaría, de 15 años. Entre sus actividades, destaca el Festival Pamplona Mágica que se celebra en Navidad donde los "socios tienen la oportunidad de enseñar al público lo que han aprendido" y la organización, cada dos meses, de un encuentro con un ilusionista internacional.

Stone, como Ortega, es muy celoso de mostrar los secretos de la magia. "No es bueno para la gente que conozca los trucos. Es algo triste porque ya no impresiona. Tienes una responsabilidad de proteger esa magia". Por eso tiene claro a quién se dirige: "A la gente. No puedes mirarte a ti mismo en un espejo, te quedas sólo".