llegó el primer día de la extensión de la zona azul a seis barrios de Pamplona y calles que hasta el momento se mostraban a rebosar de coches aparcados, ayer estaban desiertas. "En la vida había visto esto así", comentaba un vecino de Etxabakoitz Norte en la calle Remiro de Goñi, paralela a la avenida Pamplona. Esta vía, cercana al complejo hospitalario, es uno de los puntos que muchos pacientes y visitantes utilizan para dejar el coche. Ayer, desde las 8.00 horas, apenas había vehículos. "Soy de Barañáin y paso todos los días por aquí para ir a trabajar", comentaba Teresa Corretgé, quien observó que "ahora parece una calle de cuatro carriles y hay sitios, lo que nunca". Asimismo, quejas y curiosidad se mezclaban entre los vecinos de la zona. Una comerciante de Etxabakoitz repasaba cuánto valía estacionar durante minutos y horas. "Tengo un pequeño comercio aquí, y aunque yo no conduzco, al cliente le interesa", explicaba preocupada porque "no sé hasta qué punto, pero esto influirá en el pequeño comercio, porque medidas así empujan a la gente a que se vaya a comprar a las grandes superficies". De esta opinión también eran algunos clientes de bares de la avenida Pamplona. "Te acercas a desconectar un poco, algún día de cena o a ver un partido y, ahora, si hay que pagar por aparcar... igual te piensas más si venirte", expresaba Ricardo Ayala, de Mendebaldea, saliendo del bar Al Papeo.
El efecto frontera, temido antes de la implantación de la medida de tráfico, ya se dejó notar en zonas como Barañáin (donde la avenida Pamplona corresponde mitad a Etxabakoitz -con zona azul-), en los barrios de Azpilagaña y Rochapea o en el aparcamiento contiguo a la Biblioteca General de Navarra. Este último, vacío normalmente, ayer se encontró lleno, con coches aparcados en doble fila y muchos rondando en busca de sitio, según un trabajador.
reclamaciones
Sin envío de tarjetas y negativas a alumnos y trabajadores
El Consistorio, desde mediados de abril, ha enviado las tarjetas de estacionamiento por residencia o actividad. Sin embargo, no han llegado todas. "Esto es indignante, apoquiné por mi tarjeta de residente y estoy aquí pagando la zona azul porque no me ha llegado", expresaba una vecina de la calle Irunlarrea (Mendebaldea). Ya que, a pesar de ser el primer día de la zona azul, algunos vehículos vestían en la luna avisos para el pago y, en ciertos casos, ya de sanciones económicas.
Por su parte, en el CP de Educación de personas adultas José Mª Iribarren, de formación básica de castellano o alfabetización, entre otros cursos que ofrecen, ayer recibieron avisos de alumnos que no acudirán más a clase. El patio de este centro educativo, ubicado junto a , hace años que se dejó de utilizar como patio escolar y se habilitó como aparcamiento del barrio que muchos estudiantes procedentes de Orkoien, de la Chantrea o Sarriguren, entre otros, usan para dejar el coche durante las horas de clase. Además, "es un centro al que viene mucha gente inmigrante y, desgraciadamente, no les salen las cuentas", explicaron desde la Secretaría. Asimismo, entre el profesorado, también se repite la queja por el aparcamiento. Solicitaron al Consistorio algún tipo de permiso "por trabajadores, ya que hay quien también trabaja en Irurtzun, Berriozar... pero se nos ha denegado todo", recordaron.