PABLO Sarasate vuelve a tener compañía. El bar de la Media Luna, ubicado a escasos metros del monumento que el violinista pamplonés tiene en el antiguo parque de la ciudad, ha abierto de nuevo sus puertas. Juan Eguíluz Liso, Andrés Izco Gainza y Javier Ayesa Ruiz son los adjudicatarios de la concesión municipal para explotar el café de este rincón tan emblemático de la vieja Iruña. En apenas 20 días, los tres socios consiguieron sacar adelante su proyecto de negocio, que echó a andar el 5 de julio tras permanecer casi dos años cerrado.
El dicho "a la tercera va la vencida" no se cumplió en esta ocasión. Era la segunda vez que Juan, Andrés y Javier se presentaban al concurso para la gestión y explotación de este local municipal de la Media Luna. La primera fue en 2011, y gracias a la experiencia obtenida hace dos años, consiguieron que esta vez el Ayuntamiento resolviera el concurso a su favor. "Partimos del proyecto que habíamos presentado y lo mejoramos. Estaba mejor hecha la licitación y éramos más eficaces", contó Javier. "Desde que salió el concurso hasta que se cerró pasaron dos semanas, en las que tuvimos que preparar una memoria. Y en tres nos tocó montar el bar. El reto fue poco a poco subiendo de intensidad", añadió, divertido.
Juan es ingeniero industrial, y Andrés y Javier son ingenieros en telecomunicación. Son de Pamplona, tienen 30 años, se conocen desde hace más de doce, y es la primera vez que emprenden. Pero no tienen miedo. Creen en su proyecto. Y van a apostar por buenos productos y personas con las que aspiran a formar un equipo, con todo lo que la palabra implica. "Hemos buscado buenos profesionales, pero también queremos que sean personas que se lleven bien para crear un buen ambiente, porque la gente eso lo nota", destacó Andrés. Como curiosidad, afirman que entre sus planes está el de vender solo productos navarros.
Los tres pamploneses cuentan que sus familias se asustaron cuando les explicaron su intención de hacerse cargo de este bar, pero indican que han recibido mucho apoyo por su parte y mucha ayuda de sus amigos. "En vez de comprarnos una casa o un coche, nosotros nos hemos comprado un bar", bromeó Andrés.
Dado el estado en el que se encontraba el edificio, los socios tienen que hacer reformas y obras por valor de 28.000 euros, y pagarán 10.000 euros de canon anual al Ayuntamiento.
iniciativas Son muchas las personas que ya echaban de menos tomarse un café o una cerveza tras un paseo por alguno de los 67.000 metros cuadrados que ocupa el parque que el arquitecto Víctor Eusa realizó en 1935. A Juan, Andrés y Javier les pasaba lo mismo. Y esta fue una de las razones por las que se lanzaron a la aventura de gestionar este bar. "Javier y Juan han venido toda la vida a la Media Luna, yo desde que los conocí en la universidad también, y nos daba mucha pena que este rinconcito de la ciudad quedase vacío", señaló Andrés. "El sitio funcionaba intermitentemente y nosotros no queremos que sea así, queremos que la gente vuelva a contar con este bar", apuntó Javier.
Los tres son conscientes de que uno de los puntos fuertes de su negocio es la terraza, pero su intención es que el bar no esté en funcionamiento solo durante la época estival, sino que sea un lugar al que los clientes acudan también en invierno. Para ello, explican que buscarán iniciativas y propuestas diferentes que atraigan a los usuarios. "Aún no tenemos claro el enfoque que le vamos a dar, tenemos varias ideas para buscar reclamos en el invierno, pero queremos esperar un poco también a la retroalimentación con los propios clientes, ver qué quieren y qué cosas nos proponen ellos", aseguró Andrés.
Lo que tienen claro es que están dispuestos a celebrar eventos como bodas, bautizos o comuniones, y que harán promociones que anunciarán en su página de Facebook: www.facebook.com/barlamedialuna.pamplona.