Síguenos en redes sociales:

Avda Aróstegui, 24 ¿Se puede vivir aquí?

Problemas de humedad, y hasta ratas y cucarachas en un edificio de Etxabakoitz donde viven 45 personas, de ellas 15 niños. Pendiente del desarrollo del paralizado PSIS del TAV que contempla su derribo, los vecinos piden ser realojados.

Avda Aróstegui, 24 ¿Se puede vivir aquí?

Un total de 45 vecinos, de los que 15 son menores de edad. Quince hogares, en 12 de los cuales vive actualmente gente. En el edificio de la avenida de Aróstegui, 24, la vida se palpa en el ambiente, y eso a pesar de que este bloque de cuatro alturas está en las últimas. Es el inmueble más deteriorado de Etxabakoitz, junto a la ya abandonada fábrica de Argal, un edificio de los 30, aproximadamente, que se prevén derribar en el ámbito del PSIS del Tren de Alta Velocidad, que pide a gritos una solución o una máquina excavadora que lo tire abajo. Porque mientras el PSIS del TAV no se lleva a cabo, el inmueble se está degradando de forma alarmante. Y va a peor.

Para el Ayuntamiento de Pamplona el caso no parece tan grave. A tenor de las conclusiones de las entrevistas que, según el informe municipal de Gerencia de Urbanismo del pasado mes de septiembre, han realizado a 12 vecinos, “el edificio, el que peor estado presenta, sin ser ruinoso, sí resulta insalubre por la mala utilización de los patios traseros y la falta de mantenimiento del tejado y elementos comunes por parte de los propietarios”.

¿Solo insalubre? Para denunciar la situación en la que viven y evidenciar que allí “no se puede vivir”, los vecinos del portal número 24 han realizado, ayudados por la Plataforma Vecinal de Etxabakoitz, un informe propio, ya que el del Ayuntamiento, “no recaba para nada la opinión mayoritaria que los vecinos tenemos en cuanto a la precaria situación en la que se encuentran tanto nuestras viviendas como el portal”. Este nuevo informe, que ha sido remitido a la comisión de Urbanismo el pasado día 24 “con el fin de que puedan conocer de primera mano la situación del vecindario” y a los grupos municipales, es mucho más rotundo: “Este edificio estructuralmente se analiza como no ruinoso”, pero por las condiciones en las que se encuentran “tanto las viviendas, las cubiertas y el portal, como las zonas colindantes podemos hablar de que está tan degradado y es tan insalubre que no es apto para ser habitado en unas condiciones mínimamente dignas”, dice el informe y añade que “a los testimonios de vecinos y vecinas nos remitimos”.

“No existe mantenimiento” La Plataforma Vecinal de Etxabakoitz, que ha realizado el informe con los afectados, no comparte el análisis que se hace desde la Oficina de Realojos, “y que responsabiliza a sus propietarios de esta situación”. Según señalan, “compartimos que la mala utilización de los patios contribuya a ello, pero nada más”, ya que “si hoy en día no existe mantenimiento del edificio es por responsabilidad de quienes aprobaron esta planificación (PSIS del TAV), que no tuvieron en cuenta, o les dio igual, que la demora en ejecutarse iba a incidir en la degradación de la zona”. Añaden que el Ayuntamiento “ni siquiera tiene la delicadeza de tener en cuenta cuál es la situación económica por la que atraviesa la práctica totalidad del vecindario”, ya que “apenas tienen para cubrir las necesidades más básicas, como para que puedan acometer reformas de calado”.

El informe de los vecinos detalla que los problemas son varios y gravísimos. Humedades, cañerías rotas, ratas y cucarachas, un tejado inseguro, ventanas cubiertas con cartones. La degradación se palpa en el ambiente, en unos patios donde se acumulan escombros, y con el fantasma de la abandonada fábrica de Argal al lado.

Ante esta problemática, los vecinos opinan que el inmueble “no reúne las condiciones necesarias para ser habitado en circunstancias mínimamente dignas”, y la mayor parte (solo uno no sería, de momento, partidario de realojo) solicita “que se ejecuten con la máxima rapidez posible los realojos pertinentes”, más si cabe, “ante el temor que nos produce pasar un nuevo invierno en ese edificio”. Iñigo Iriarte, de la Plataforma de Etxabakoitz, señaló que “el tema se abordó el miércoles pasado y esperemos que se retome el que viene, y se resuelva antes de que acabe el año”.

tres realojos; el resto, no El concejal de Urbanismo, Juan José Echeverría, afirmó que el problema de este edificio “se resuelve realojando a tres, minorías con dificultades económicas, y estamos buscándoles un sitio” y añadió que “a los demás no les importa quedarse hasta que se derribe”. ¿En qué plazos se derribaría? Según Echeverría, “primero hay que aprobar la reparcelación y proceder a la urbanización, pero tiene que coincidir con la llegada con la plataforma de la vía”, por lo que el derribo de ese edificio “no será hasta dentro de 5 o 6 años, por lo menos”, auguró.

Respecto a la situación actual de insalubridad del edificio, indicó que “con la nueva ley de Urbanismo podrían hacer alguna obra de rehabilitación que incrementara incluso el valor del inmueble”. Porque para responsable de Urbanismo, “el edificio está bien, es de hormigón de los años 50, pero lo que hay son unos problemas graves de convivencia: uno que mete animales, otro que no deja entrar a los servicios de fumigación..., ese es el problema”, concluyó.

Humedades. Que efectan “prácticamente a la totalidad de las viviendas del edificio”. En las bajeras 1 y 2, 1º A, C y D, 2º B, C y D, 3º B y D y 4º C y D.

Fugas en las cañerías.

Por su “deteriorado estado”. Afectan principalmente a las bajeras 1 y 2, 1º D, 2º B y D, 3º B y 4º D.

Ratas y cucarachas. Principalmente en las viviendas inferiores y que “proceden de las ruinas del colindante edificio de Argal”. En las bajeras 1 y 2, y 1º A, B, C y D.

Tejado inseguro. El tejado se encuentra “en un estado de grave deterioro”, lo que les produce “inquietud y ansiedad”, porque temen “que con una tormenta se venga abajo”.

Goteras y sin ventanas. El tejado “presenta goteras”, y “apenas cuentan con revestimiento” en las paredes, amén de que “la mayoría de las ventanas están cubiertas por cartones y maderas”.

Portal deteriorado. Las zonas comunes del portal se encuentran en “deterioro permanente”, y “la conducción eléctrica presenta numerosas imperfecciones”.

Un entorno degradado. Los patios acumulan basura y objetos, y asimismo la existencia al lado de la abandonada fábrica de Argal “genera inseguridad, malos olores y degradación del entorno”. Esta se encuentra en un estado “ruinoso, siendo foco de problemas de salubridad”.