Decenas de personas se dieron cita ayer en los aledaños de la calle Errotazar, en el límite del barrio de la Rochapea, para asistir a la operación de carga, montaje y ensamblaje de la nueva pasarela peatonal que une ya el Parque de Aranzadi con el tramo central de Errotazar y el Paseo Fluvial del Arga. Una operación espectacular con dos grandes protagonistas: una súper grúa de 500 toneladas de peso y una mega estructura de metal, con 36,5 metros de largo, tres de ancho y 60 toneladas de peso, que completa el vuelo sobre el río para conformar la nueva pasarela. La pieza montada ayer supone la segunda parte de una L invertida cuya pata, construida en hormigón reforzado y con una longitud de 36 metros, se eleva en la orilla del Arga, en los confines de Aranzadi y sirve de soporte para la pasarela voladiza.

La operación, culminada ayer hacia las 10,30 de la mañana, comenzó casi 12 horas antes en el Polígono Comarca 2, en las naves de la UTE Apezetxea Anaiak-Gogor, donde un transporte especial cargaba la megaestructura metálica. Dos horas y media después, sobre la una de la madrugada, la pasarela llegaba a las inmediaciones de la calle Errotazar, cortada al tráfico durante toda la noche. Hacia las tres comenzaba la operación de ensamblaje de la grúa que debía transportar los 36,5 metros de estructura metálica hasta el lugar donde finalmente descansaría. En la orilla izquierda, en Aranzadi, sobre el brazo de hormigón reforzado con planchas de neopreno para suavizar el posado; en la orilla derecha, directamente sobre los cabezales habilitados en la acera. El izado comenzó a las nueve y media de la mañana y aproximadamente una hora después, la pasarela descansaba sobre su ubicación definitiva.

Decenas de viandantes observaban la operación y hacían fotos para inmortalizar el momento: “Yo podré decir dentro de unos años que estuve aquí el día que colocaron esta pasarela”, mantenía orgulloso Unai, vecino de la Rochapea.

lo que falta Pese a que la estructura está ya colocada, el jefe de Proyectos del Ayuntamiento de Pamplona, José Ignacio Alfonso, aclaraba que ni peatones ni ciclistas podrán circulas por ella hasta pasadas “dos o tres semanas”. Y es que hay varios trabajos que aún están por hacer para que el conjunto pueda ser abierto al público, como la colocación de las barandillas que protegerán de caídas a los usuarios que accedan a la subida de hormigón, la transición hasta la acera de Errotazar o la ordenación del entorno vegetal del acceso desde Aranzadi. Según aclaraba Alfonso, esos trabajos se pondrán en marcha a partir del lunes.

Efecto luminoso. Las barandillas de la pasarela están decoradas con cientos de círculos de 8 cm de diámetro. Lo que se busca es crear un efecto visual de movimiento cuando se coloque la iluminación.

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Euros. Es el presupuesto de esta obra que se adjudicó en octubre a la UTE Apezetxea Anaiak-Gogor.