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Plaza del Consejo, hacia 1900

Plaza del Consejo, hacia 1900

hacia 1900, la plaza del Consejo era un lugar recoleto y cerrado en sus cuatro frentes por antiguos y linajudos edificios. El más conocido de todos era el del Consejo Real, que ocupaba su lado septentrional y que podemos ver en la fotografía. Había sido levantado a mediados del siglo XVI para albergar a la institución homónima y se abría mediante un arco por el que se accedía al conocido Pasadizo del Consejo. Dentro de él se guardaba la comparsa de gigantes y cabezudos durante el año, y se encontraba también el Fiel Contraste de Pesas y Medidas. Había también algún conocido comercio, como la joyería de Florenzano, y a deshoras era un lugar frecuentado por algunas parejas, que acudían allí de noche para hablar de sus cosicas.

La fotografía, obtenida desde el palacio de los condes de Guendulain, muestra el viejo caserón, con un carro de bueyes aparcado delante y un grupo de parroquianos, entre los que se aprecian varias mujeres con mandarras de faena y dos militares uniformados. Una foto preciosa.

Hoy en día, a pesar de los evidentes cambios operados, la parte superior de la fuente de Neptuno, diseñada por Luis de Paret en 1790, certifica que nos encontramos en el punto exacto en el que el fotógrafo de hacia 1900 obtuvo su imagen. El viejo caserón del Consejo Real fue derribado en el año 1909, y en su lugar se levantó el edificio de Seguros La Agrícola, obra del arquitecto donostiarra Francisco de Urcola, que posteriormente se convirtió en Grand Hotel y más recientemente estuvo destinado a albergar la Biblioteca General.

Por cierto que, poco antes de la construcción del Consejo Real en el siglo XVI, los vecinos del burgo de la Navarrería habían propuesto que se levantase junto al actual Archivo de Navarra, ante lo que los de los burgos de San Cernin y San Nicolás alegaron que se encontraba muy lejos de sus barrios. Los de la Navarrería contestaron con ingenio, diciendo que tales y mayores distancias recorrían cuando de ir a comprar vino se trataba. Y seguro que tenían razón.