pamplona - Pasaban pocos minutos de las 13.00 horas del mediodía de ayer y la plaza del Ayuntamiento de Pamplona estaba abarrotada. Una multitud y cinco comparsas de gigantes se habían congregado allí para celebrar la quinta edición de la Iruñerriko Euskal Jaia. “Todos los años hemos reivindicado el euskera y la cultura vasca y este año, que en principio parecía que teníamos más motivos que otros para estar contentos y para dar las gracias, volvemos a tener el euskera en la diana. Han aumentado las plazas en euskera en las escuelas infantiles, pero luego lo han paralizado y también han quitado dos canales de televisión en euskera”, reivindicó Iker Tubia, dantzari de Oberena y parte activa en la organización de esta fiesta. “Nosotros nos oponemos a cualquier acción que vaya en contra del eukera y su normalización”, aclaró Tubia, que estaba rodeado por una multitud y por varias comparsas de gigantes.
“Han venido las comparsas de la Rochapea, de la Chantrea, de Mendillorri, de Sanduzelai y la de Buztintxuri”, explicó Tubia. Además, la Iruñerriko Euskal Jaia de este año contó con un invitado muy especial; una comparsa de gigantes catalana que vino acompañando a su homóloga de la Rochapea. “Parece ser que los gigantes de la Rocha ya habían estado antes allá y ahora los catalanes venían a devolverles la visita”, señaló el dantzari, que echó en falta a los colosos de cartón piedra de Azpilagaña. “Al final no han podido venir”, lamentó.
Así, bajo el lema Borobila eginen dugu (será redonda), cientos de personas disfrutaron de los bailes de los gigantes, el repiqueteo de los cencerros de los joaldunak y los bailes de los dantzaris. “El lema de este año es por varios motivos. Por un lado, porque el aniversario es redondo y por otro, porque este año hemos hecho una apuesta por un recinto festivo más grande que creemos redondeará la jornada”, apuntó el dantzari de Oberena, satisfecho con el desarrollo de la jornada.
Y no era para menos, ya que fueron cientos de personas quienes participaron ayer en las kalejiras que, en compañía de los gigantes de todas las comparsas, las fanfarres, los dantzaris y los joaldunak, recorrieron las calles de la parte vieja. Uno de los eventos que más expectación despertó entre los vecinos y vecinas de Pamplona y Comarca fue la demostración de deporte rural en la calle Mercaderes, especialmente el momento en el que los aizkolaris cortaron un coche por la mitad.
La gigantada y los bailes de la plaza del Ayuntamiento también tuvieron mucho éxito, y gran parte de los que estuvieron en la plaza consistorial se unieron luego en kalejira para ir hasta el paseo del Redín, en donde estaba el recinto festivo, a celebrar la comida popular.
El grupo Ostatu Ibilitaria se encargó de animar la sobremesa y amenizar la espera hasta las 17.00 horas, cuando empezó el ciclo de conciertos de la calle Calderería, con Alicatê, la gramola del amor, Skabidean, Puto Amoak Matematiketan y Dubrofnik. Mientras tanto, la fiesta continuó en el recinto festivo con los bailables de Gathübi y por las calles del casco viejo con 3indarrok elektrotxaranga. El broche de oro lo pusieron los conciertos de Lur-J, Iruzur, Bastart Kowboys, Nekez y Eromeria de 21.00 a 4.00 horas en el recinto festivo.