pamplona - Fermín Iriarte es un apasionado de la música, de la pelota y de su pueblo, Zugarramurdi, donde nació hace 72 años. De sus múltiples facetas, hoy toca hablar de la música y del aniversario redondo, el 40º, que cumple su coro San Fermin Abesbatza, y puede decirse que es el suyo porque él lo fundó en 1976 en el seno de la Ikastola San Fermin y él lo ha dirigido desde entonces. Sin embargo, aquel coro escolar mixto no se parece mucho al actual, formado por once mujeres de entre 30 y 40 años, todas ellas exalumnas de la ikastola. “Todas tienen un nivel musical muy alto, podemos cantar hasta a siete u ocho voces”, declara orgulloso.
Iriarte fue profesor en la ikastola durante 35 años, primero de educación física y más tarde de música y de historia de la música. Cuando creó este coro ya dirigía la Coral Nora de Sangüesa, que también había fundado en 1968 y en la que estuvo 43 años. Ahora mismo dirige otro coro más en la ikastola San Fermin formado por padres y personal del centro. “Allí donde voy fundo un coro”, subraya.
La afición musical le viene desde niño. “Canté en escolanías y después estudié en el Conservatorio de Pamplona con Juanito Eraso, en la Escuela Superior de Canto de Madrid y he hecho todos los cursos de armonía con Lorenzo Ondarra”, recuerda. En su etapa madrileña fue uno de los fundadores del Coro Nacional y ha cantado también en Andra Mari y en la Coral de Elizondo, entre otras.
De los comienzos recuerda su trabajo con los txikis y cómo llegó a reunir hasta cuarenta niños y niñas, pero los chicos crecieron, cambiaron la voz y lo fueron dejando. Así, aquel grupo derivó en el actual, un coro femenino de cámara.
En su dilatada trayectoria, el coro ha viajado por todo el mundo. “Cuando eran estudiantes salíamos los veranos. Hemos estado en Italia, Suiza, Francia, Bélgica, Alemania, Austria...”, señala. También en Túnez, Cuba o Estambul. Han cantado en el Musikaste de Renteria, en la Expo de Sevilla, en Tolosa, y han grabado seis discos. Pero Iriarte se siente especialmente satisfecho de haber actuado en más de sesenta pueblos navarros. “Eran otros tiempos; en fiestas nos llamaban a cantar de todas partes, pero ahora eso ha bajado”, confiesa el director. También ha cambiado la vida de las coralistas, se han casado y tienen menos tiempo. “Ahora salimos menos, pero tampoco nos interesa mucho salir; preferimos dar un par de conciertos buenos al año y atender algún compromiso; no queremos más”, sostiene.
El repertorio del coro es de lo más variado, música de nuestra tierra, pero también de otras partes del mundo y de compositores de todas las épocas. Un reflejo de esta diversidad va ser el concierto de esta tarde, donde cantarán en cinco idiomas diferentes. Siguiendo una tradición de sus conciertos, San Fermin Abesbatza estrenará una obra de un compositor navarro, en este caso Autu Mautuak, de Lorenzo Ondarra. Junto a él, clásicos como Schubert, Schumann y Brahms; dos piezas de homenaje a Cervantes en el 400º aniversario de su muerte, una de ellas del también navarro Pascual Aldave; varias obras de mujeres compositoras sobre el ciclo de la vida, desde el embarazo hasta la muerte; y para terminar otro estreno, Naparroari, compuesta por el propio Iriarte y que quiere ser una dedicatoria a su coro y al público. Será a las 20.00 horas en la iglesia de las Dominicas de la calle Jarauta. Allí, Fermín Iriarte dirigirá a Amaia Arrieta, Mertxe Belzuntze, María Cuellar, Ane Egillor, Josune Garaikoetxea, Ainhoa Iriarte, Nora Iriarte, Lorea Nagore, Arantxa Villanueva, Arantzazu Usoz e Izaskun Yaben.
¿Y el futuro? “Qué pregunta”, responde. “Creo que estaremos unos añicos, ya veremos; le damos tanta importancia al 40º aniversario porque no sé qué pasará con el 50º”, bromea. Mientras tanto, Fermín Iriarte sigue buscando repertorio en los archivos, ensayando, comprobando que las obras sean idóneas para su coro, del que es director, presidente, archivero, administrativo “y hasta el que pone las carpetas”. Hoy, él y su coro están de enhorabuena.