pamplona - La popular Torre de la Galea, construida hacia el siglo XI y demolida en el XVI, una pieza considerada como el principal elemento defensivo de la muralla del burgo de San Cernin, y en la que se dice servía como lancero Guillermo de Anelier durante la Guerra de la Navarrería (1276-1277), podrá ser ahora vista por la ciudadanía, en el nuevo Hotel Pompaelo, que se presentó ayer en su privilegiada ubicación en la plaza Consistorial. En palabras de Mercedes Unzu, arqueóloga del Gabinete Trama, supone un “descubrimiento importante para la historia de Pamplona” y “su integración en el proyecto final tiene mucho mérito”, porque “pocas veces se preserva e integra un elemento” en un proyecto arquitectónico privado. La aparición de la Torre de la Galea en este punto pone luz sobre su ubicación exacta, ya que antes se creía que podría localizarse donde Casa Seminario.

12 metros de torre Unzu detalló que para estudiar los posibles restos, trabajo que se llevó a cabo durante los meses de agosto y septiembre de 2015, se excavaron 60 m2, “en la única parte que quedaba del solar sin sótano”, dijo. La intervención “ha sacado a la luz” dos pilares de época medieval que habría que asociar con los elementos defensivos del Burgo de San Cernin. Así ha aparecido un lienzo exterior de la Torre de la Galea “que conserva al menos 12 metros de altura y dos saeteras (una abertura larga y estrecha, a modo de ventana), de la que se sabe que con el tiempo “pasó a ser un patíbulo desde el que despeñaban a los delincuentes”.

Pero además han aparecido “importantes hallazgos” de un estrato de época romana alto-imperial. “Permite confirmar la implantación de la ciudad romana en este área”. Se han hallado asimismo cerámicas itálicas y gálicas, y dos enterramientos del siglo IV, uno de ellos con ajuar (una especie de cuenta de collar), que pertenecen a una necrópolis que había en la zona, e identificada en las cercanas calles Nueva, Campana y Ansoleaga. También se ha encontrado un foso defensivo, una especie de zanja de 4,80 metros de anchura y 2,70 de profundidad, que podría estar relacionado con un campamento o con tropas móviles, ya que la muralla queda lejos”, añadió Unzu. “Quizá pudiera tratarse de una obra defensiva de un campamento de asedio a la ciudad, o relacionada con la presencia de tropas comitatenses en Pompelo a partir del siglo IV”, apostilló.

La torre EN LAS HABITACIONES La Torre de la Galea verá la luz en la planta baja del nuevo Hotel Pompaelo, y en la habitación 106, pero además da nombre a la cafetería-restaurante del nuevo establecimiento, que ayer presentaron sus promotoras, las empresarias donostiarras Arantxa y Pilar Legorburu Urdampilleta. Hijas de José Manuel y María Pilar, continúan la saga hostelera que iniciaron estos, ya que en Guipúzcoa regentan el Zaragoza Plaza de Donostia y el Ibiltze de Lasarte.

El nuevo establecimiento, un cuatro estrellas que recibe el nombre de Pompaelo, el general romano Pompeyo a quien se le atribuye la fundación de la ciudad, abre mañana con todas las “reservas completas” para los primeros días de Semana Santa en el número 3 de la plaza Consistorial, donde estuvo Casa Ciga. Con precios en temporada normal de entre 89 y 124 euros, la próxima semana abren las reservas para San Fermín, en el que se ofertará “una estancia mínima de tres días” para el arranque festivo, con precios de 300 a 600 euros, las habitaciones que dan a Zapatería, mientras que las de la plaza Consistorial, de 800 a 1.200 euros diarios.

HABITACIONES AL CHUPINAZO Su ubicación privilegiada, en pleno Camino de Santiago, que le convierten en el primer hotel con vistas al chupinazo, y también al encierro, le hacen especial. Pilar Urdampilleta señaló que de las 30 habitaciones, la mitad dan a la plaza Consistorial, y el resto a las calles Zapatería (donde se mantiene el escudo en su fachada) y otra a la calle Nueva. Cuenta con una habitación individual y una suite. Esta última, la número 105, incrementa el precio sobre el resto en un 20%, pero a cambio cuenta con un mirador acristalado con capacidad para 15 personas, sobre la plaza.

En la planta menos dos el hotel cuenta con un centro de Spa y belleza, mientras que la sexta planta es un bar mirador, con vistas de 360 grados. El hotel da trabajo a unas 27 personas, 6 en recepción 4 en el spa, 12 en la cafetería y 5 en el servicio de habitaciones.

18 MESES DE OBRAS El arquitecto Fernando Ruiz la Casa explicó que las obras han durado 18 meses, y se ha tratado, dada su ubicación, de un proyecto “complicado” en lo arquitectónico, en el que se han unido dos bloques, y añadió que “haber encontrado restos da un plus a este hotel”. Al tratarse de un edificio enclavado en la plaza Consistorial ha tenido que mantener la fachada intacta, así como elementos singulares como el mirador o el escudo de la calle Zapatería. De hecho, las hermanas Legorburu, propietarias del establecimiento, descubrieron este inmueble “paseando por Pamplona”, y “vimos que su ubicación era favorable”, dijo Arantxa, quien reconoció su “ilusión” en este proyecto del que no quiso desvelar la inversión total por ser “muy alta”.