pamplona - María Jesús Villegas Echandi se jubiló en 2016 después de 37 años y medio trabajando en el Hotel Tres Reyes como camarera de piso, y Tomás Borja Suárez lo hizo el año pasado tras 43 como camarero. Ambos recuerdan con “cariño” sus inicios profesionales, cuando el hotel era una “escuela nacional y casi internacional”: “Muchos de los trabajadores del resto de hoteles de Pamplona pasaron por aquí. Era una gran escuela: venían, aprendían y se iban”. Después fueron ellos quienes se convirtieron en los grandes maestros para dejar su legado a Mila Beaumont Guembe (camarera de piso), Houssem Zñeidi (camarero) y sus compañeros.

Enseñarles no ha sido difícil porque “de profesional a profesional no cuesta nada”. O eso es lo que asegura Tomás. Ha sido el encargado de que Houssem haga los mejores cócteles. “Hay clientes fijos que piden siempre lo mismo. Y, además, lo quieren como lo hacía Borja. Siempre preguntan por él”, dice Zñeidi.

El 38% de los clientes del Tres Reyes son extranjeros. Cuando abrió, con un servicio de lujo, eran los americanos “más ricos” quienes lo frecuentaban, sobre todo en San Fermín: “Venía la gente de mucho dinero a conocer y pasar las fiestas. Eran, por lo general, familias y muchas parejas”, evoca María Jesús. “Hubo un grupo de 40 personas que lo hicieron durante mucho tiempo. De hecho, reservaban de un año para otro”, añade. Ahora, reciben franceses, ingleses y alemanes, entre otras nacionalidades, quienes “sí que cumplen algunos tópicos”: “Por ejemplo, los alemanes tienen una forma de comportarse de cara a las personas muy diferente a la nuestra. Guardan mucho las distancias, son muy respetuosos y educados, pero también tienen que pasar unos días hasta que nos sonríen”, avala Mila. “Además, como en las películas, vienen a última hora, after work, al bar a beber su copa de whisky o coñac. Y del bueno”, añade Houssem.

La estancia de artistas y famosos tampoco pasa desapercibida. La “gran mayoría” viene a hospedarse cuando tienen eventos y compromisos o, en el caso de los actores, cuando ruedan escenas en Pamplona. Entre ellos, han pasado Demis Roussos, los reyes eméritos o Maribel Verdú. Del primero rememoran su entrada en el hotel: “Conforme llegó, fue al jardín y se tiró a la piscina vestido”. Por su parte, Juan Carlos y Sofía desayunaban zumo de zanahoria (su “favorito”) y fruta picada, respectivamente; y Maribel Verdú escogía el día para sacarse fotos: “Cuando le apetecía atender al público se maquillaba; cuando no, no”.

Asimismo, Los Pecos causaron una revolución durante sus días de alojamiento: sus fans les esperaban “por todo el hotel”. A Emilio Butragueño le pasó lo mismo, pero él bajaba hasta el sótano para salir a la calle sin tener que pasar por el hall. “También, como Chicote, hay quienes bajaron una vez a desayunar y no lo volvieron a hacer”, concluyen.

Ahora, María Jesús y Tomás se llevan el cariño de sus compañeros: “El ambiente ha sido siempre muy bueno; en el trato ha habido mucho cariño. Al final, son muchos años, compartimos mucho tiempo y nos convertimos en una familia”.

En los últimos tres años, las 160 habitaciones de los Tres Reyes han sido reformadas: “Me gustaría que esto hubiese pasado diez años antes, porque no solo ha sido una reforma de las instalaciones, sino una evolución en todos los ámbitos y sentidos”, termina Tomás.

aniversario Cuando cumplió 50 años, en 2013, el Hotel Tres Reyes no pudo celebrarlo “debido a la crisis”. Para compensarlo, ayer festejó su 55 aniversario “por todo lo alto” con un evento que dio comienzo a las 20.00 horas. Fue amenizado por los Golden Apple Quartet, y estuvo presidido por el vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi. La delegada del Gobierno, Carmen Alba; la directora de Turismo y Comercio, Maitena Ezkutari; y el gerente del Ayuntamiento, Arturo Ferrer, además de otros representantes, también acudieron a la convocatoria. El director del hotel, Víctor Sánchez, y el presidente del Consejo de Administración, Miguel Ángel Cazón, recibieron a los asistentes, quienes pudieron disfrutar tras el acto de un cocktail-cena “especial” en sus salones: “El aperitivo fue revival, tuvo guiños a los años 60”, explicó Sánchez.