Vecinos de Abejeras denuncian inseguridad y ruido en torno a una discoteca de Río Salado

pamplona- Vecinos y vecinas de las calles Abejeras, Río Salado y Río Ega denuncian los “problemas como el ruido excesivo, destrozos o peleas multitudinarias y la inseguridad en la zona” que les genera la actividad de la discoteca Caney, en la calle Río Salado.

El local lleva en activo desde hace décadas y según los vecinos “ha ido cambiando de arrendatarios” en ese tiempo, pero es “desde el año 2016” cuando, dicen, “han aumentado los problemas”.

En ese tiempo, afirman, “han pedido tres o cuatro inspecciones a la Policía Municipal”. A raíz de una de ellas, “se cerró la sala durante el mes de agosto, por el excesivo ruido que provocaba en una vivienda “que está pared con pared”.

Los vecinos protestan también por la “mala salida de emergencia que tiene la sala”, pues se ubica en “una patio interior comunitario que da a la calle Abejeras, por donde se hace todo el abastecimiento del local”. Esas obras, según los vecinos, fueron realizadas sin permisos y con la “colocación de andamiaje en una terraza de su propiedad”. Fuentes municipales afirman que este acceso se utiliza para la salida y también como acceso.

Otra de sus quejas es el aumento de la “inseguridad” en la zona pues se producen “destrozos en portales y coches, y suciedad por vómitos y orina”, por los que, “comercios de la zona han retrasado su apertura los fines de semana”.

Ahora, sostienen que van a “llevar la denuncia a la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona, pues “la única atención que han tenido hasta la fecha fue la de la concejal Edurne Eguino”.

mentiras Desde la discoteca Caney afirman que las acusaciones recibidas por parte de los vecinos “son falsas” y que lo referente a la sala “está todo legalizado”. También añaden que “no hay discoteca que tenga tanto cuidado en el entorno interior y exterior”, y que las cosas que suceden en la vía pública “son responsabilidad de la Policía Municipal”.

El problema, dice el responsable, “es que tengo clientela latina y la gente es muy racista”, además sostiene que son “el único local de Pamplona donde la gente extranjera puede ir tranquilamente”. En estos dos años que reconoce que lleva al frente del negocio, el responsable afirma, sin precisar cantidad, que ha invertido “bastante dinero” en la insonorización del local. En ese tiempo, afirman, no haber tenido una reunión formal con los vecinos afectados.