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“Yo no ocupé ese edificio, solo acudí a un llamamiento público en apoyo a Maravillas”

Los denunciados, que solo respondieron a preguntas de sus abogadas, negaron que su intención fuera seguir en Rozalejo y que no colaboraran con la Policía en el desalojo

“Yo no ocupé ese edificio, solo acudí a un llamamiento público en apoyo a Maravillas”Patxi Cascante

pamplona - Los investigados por la ocupación del Palacio del Marqués de Rozalejo de Pamplona negaron ayer que ocuparan el edificio en septiembre de 2017 y también sostuvieron que no tenían intención de permanecer en el interior del inmueble, a pesar de estar en el mismo el día del desalojo, en agosto de 2018. En este sentido, los acusados que se encontraban en el interior del edificio ese día afirmaron que acudieron al inmueble para “apoyar” el proyecto del denominado Gaztetxe Maravillas y para responder a un “llamamiento público” con el objetivo de “solidarizarse” con la causa.

Así lo señalaron los encausados en el juicio que se celebró ayer por un supuesto delito leve de usurpación de inmueble por la ocupación del Palacio del Marques de Rozalejo. Los investigados, un total de 22, aunque uno de ellos no acudió a la vista, respondieron sólo a las preguntas de sus abogadas. En su declaración, todos los acusados negaron que ocuparan el edificio en el mes de septiembre de 2017 y también que tuvieran intención de permanecer en el interior del inmueble en el desalojo. Ese día, según afirmaron los encausados, acudieron al Palacio del Marqués de Rozalejo para “apoyar” el gaztetxe. También negaron todos los acusados, dos de ellos de fuera de Pamplona, que prepararon los amarres que se encontraron en el interior del edificio. Y contaron que salieron por su propio pie y “sin oponer resistencia”.

COLECTIVOS DEL BARRIO Por su parte, una de las encausadas que se encontraba atada en el balcón central cuando llegaron los agentes, manifestó que acudió desde Ziordia para apoyar “un proyecto autogestionado” que veía que “era necesario en el Casco Viejo de Pamplona”. Explicó que se ataron a los barrotes con “una U de bicicleta” y que como no tenían las llaves les dijeron a los agentes que no podían soltarse. Según indicó, los policías forales “cortaron directamente los barrotes y nos dejaron con las U puestas”. Relató que posteriormente tuvieron que pedir a los bomberos que se las quitaran. Por otro lado, dos acusados contaron que son miembros de la asociación vecinal AZ Ekimena, un colectivo que, según expusieron, busca “desarrollar proyectos de barrio”. En este sentido, una de las investigadas destacó que la creación de un espacio juvenil en el Casco Viejo de la ciudad “era una necesidad que ha salido a lo largo de varios años”. “Si queremos mantener el barrio vivo es necesario que exista un local juvenil para desarrollar actividades culturales”, defendió el otro miembro de la asociación.

no colaboraron los encadenados Anteriormente a los investigados, declararon varios agentes de la Policía Foral que participaron en el desalojo. Estos relataron que los denunciados que se encontraban sueltos, sin encadenarse a elementos del edificio, salieron por su propio pie del mismo una vez que se lo requirieron y fueron identificados. Pero, sin embargo, aquellos jóvenes que se encontraban bien asidos por candados a los balcones, andamios o tejado, “no colaboraron” y “se negaron a que se les liberase”. Sobre los objetos que fueron retirados del edificio, explicó que, por ejemplo, se sacó material de construcción. También otros agentes explicaron en la vista cómo fue la identificación de varios de los investigados, algunos de los cuales se denominaron como portavoces ante los medios de comunicación.

IDENTIFICACIÓN POR REDES SOCIALES También testificaron en el juicio los agentes de la Policía Foral que redactaron los informes elaborados por el cuerpo policial sobre la ocupación “continuada” del edificio en distintos momentos. Uno de estos policías comentó que la Policía Foral tuvo conocimiento de que había personas que deambulaban por el tejado del edificio a través de las redes sociales de los propios ocupantes. Según vino a señalar, “el inmueble no reunía las condiciones de seguridad” para ello, ya que es “un inmueble antiguo, sin mantenimiento”.

A su parecer, “el acceso al tejado podía suponer la caída de objetos a la vía”, además de existir “riesgo de precipitación de personas, ya que en ningún momento en las imágenes se ve que utilicen medidas de seguridad alguna”. Además, afirmó que “existían riesgos estructurales porque realizaron obras tanto en el interior como en el exterior y riesgos de incendio porque utilizaron soldaduras eléctricas sin las medidas de seguridad adecuadas”.