Presidió el jurado del concurso de ideas de los Caídos, que tras una resolución judicial, deberá volver a valorar las 49 propuestas presentadas. ¿Hay fecha?

-Se supone que será de manera inmediata y que se retomará el concurso de ideas, dando continuidad a lo que se empezó en la pasada legislatura. Entiendo que lo que se anuló fue una cuestión meramente formal y que cuando se solvente esa deficiencia seguirá adelante en los parámetros fijados. Creo que los proyectos seleccionados recogían todas las sensibilidades de la ciudad, desde el derribo completo del edificio hasta su resignificación. Fue un buen concurso, con muy buenos proyectos, y tendría que terminarse a medio plazo porque es el remate del Ensanche para convertir la zona en un polo de desarrollo y de vida ciudadana similar a la Plaza del Castillo.

¿Será posible iniciar en esta legislatura la transformación del monumento franquista y su entorno dada la postura de Navarra Suma?

-Confío en que así sea. Si de verdad hay una voluntad para tirar hacia adelante hay unos plazos marcados. Me gustaría que esa mayoría municipal hiciera valer su fuerza en este tema.

¿Qué sabe de la denuncia que Vox le ha puesto por actos de recibimiento a presos de ETA, aunque inicialmente se equivocaron y denunciaron a Maya?

-Como sociedad, debemos hacer autocrítica por las campañas gratuitas que le han hecho a Vox. Esto les ha permitido obtener una representación importante sin haber acreditado nada, más allá de su habilidad para el escándalo y la confrontación. Es el modelo Trump traído al Estado. Es curioso que hayan elegido para las denuncias a alcaldes de los tres partidos con los que quieren confrontar, EH Bildu, PNV y PSOE, y un tiempo concreto, porque de lo contrario habrían tenido que incluir a alcaldes de UPN, en el caso de Pamplona. Todo el mundo sabe que los permisos para estos actos se solicitan a la Delegación del Gobierno, no a las Alcaldías.

No han durado muchos en eliminar a los equipos preventivos tras el cambio en el gobierno municipal.

-No tiene sentido lo que han hecho. Funcionaba bien y han querido desmontarlos a toda prisa, prescindiendo de los cientos de voluntarios que había. Navarra Suma y María Caballero tenían mucho interés y parece que buscan el control ideológico del servicio de infancia y juventud. Me parece terrible y más que lo hicieran con el apoyo del PSN.

¿Veremos un cuarto cambio en la calle Amaya?

-Estamos en el punto de partida y solo queda hacer las cosas bien. Dejamos un guión establecido, que comenzaba por actuar en los barrios, después en el tramo del Labrit y finalmente en la zona de la calle Amaya. Creo que al concejal Alonso le pareció que eso sonaba demasiado a la pasada legislatura y quiso empezar por el final, con el resultado conocido. Una chapuza.

¿Ha pensado si va a seguir en la política municipal o es una decisión que deja para más adelante?

-Ahora compagino la actividad municipal y la docente. Puse como condición para seguir volver a dar clases, ya que no quería desligarme de la educación. Soy consciente de la situación tan excepcional que vivimos y que es bueno estar en política. Si algo nos ha enseñado la pandemia es que estábamos en un camino equivocado y creo que es el momento de parar y resetear para humanizar la sociedad.

Le veo decidido a continuar.

-Sí, sí. Estoy animado, tuvimos unos magníficos resultados electorales, y aunque perdimos la Alcaldía, pasamos de 16.000 a 25.000 votos. Tenemos un equipo impresionante en el grupo municipal. Nunca he conocido algo así.

“Espero que la mayoría municipal haga valer

su fuerza para transformar los Caídos”

“Puse como condición poder dar clases, no quiero desligarme de la educación”