el antiguo barrio de Iturrama conservaba aún su antigua fisonomía de casitas bajas, muchas veces unifamiliares y dotadas de huerta, pegadas a caminos de aspecto rural y casi siempre de tierra compactada y sin asfaltar, que en invierno y cuando llovía se convertían en auténticos barrizales. La imagen fue obtenida desde el borde de la Vuelta del Castillo, junto a la caja del antiguo ferrocarril del Plazaola. Muestra una de las vías principales que atravesaban el barrio, el viejo camino de la Fuente del Hierro, que conducía en primer término hasta la fuente homónima, muy popular por aquel entonces entre las personas anémicas y las mujeres embarazadas, y luego a la salida de la ciudad, camino de Cizur Menor. Podemos ver, al fondo y a la derecha, cómo los primeros bloques de viviendas amenazan ya con borrar, de un plumazo, el aspecto bucólico, tranquilo y periurbano del viejo barrio de Iturrama.

y y a pesar de las transformaciones que ha sufrido el entorno, podemos ver que la antigua hilera de árboles que flanqueaba la carretera de la Fuente del Hierro por su lado izquierdo permanece en su lugar. Eso sí, ahora recorre la mediana que separa los dos viales de la calle. Por lo demás, nada ha sobrevivido a los cambios operados en el último medio siglo. El antiguo camino de la Fuente del Hierro se transformó con el paso del tiempo en carretera asfaltada, y en 1968 el Ayuntamiento decidió convertirla en calle, aunque su aspecto rural tardaría décadas en desaparecer. Más allá de Iturrama continua aún la vieja fuente ferruginosa, aunque los descomunales movimientos de tierras realizados para construir viviendas y viaductos arruinaron el manantial, del que ya apenas mana agua. Y más lejos queda Cizur Menor, Zizur Txiki o, tal y como lo vimos escrito en algún documento medieval, Cinzur Chipi.