La Policía Municipal de Pamplona ha mostrado su satisfacción por una noche 'tranquila y sin incidentes' entre el viernes y el sábado tras la puesta en marcha del dispositivo especial para controlar las aglomeraciones, que se respete la distancia social y el uso de mascarillas o evitar macrobotellones como los habidos estas pasadas noches en varios puntos. El operativo en las zonas vigiladas ha resultado satisfactorio y la hostelería ha cumplido el horario permitido entre el 9 y el 10 de julio.

La llegada del fin de semana y la posibilidad de que aumente el número de personas que se acerquen a Pamplona pese a la suspensión de los Sanfermines han aconsejado a los responsables policiales a mantener el operativo, en el que participan efectivos de la Policía Municipal, Policía Foral y Policía Nacional. Anoche no se notificaron incidencias por botellones, aunque se llevaron a cabo medio centenar de intervenciones, la mayoría por problemas de convivencia y alguna también por vandalismo. En los fosos de la Taconera aparecieron 7 sillas que algún o algunos desaprensivos lanzaron por la noche:

Agentes de Policía Municipal, Policía Foral y Policía Nacional tuvieron que intervenir entre el jueves y el viernes para desalojar un botellón con medio centenar de personas congregadas en las cercanías del Archivo General de Navarra, junto a la plaza de los Corazonistas y la parroquia de San Fermín de Aldapa.Según informaron fuentes oficiales, fueron vecinos de la zona los que denunciaron las molestias provocadas por el botellón a Policía Municipal, que tuvo que pedir refuerzos a Policía Foral y Nacional para desalojar el parque.

Los agentes desplazados al lugar identificaron a 50 personas, se tramitaron 4 denuncias y hubo una detención. Además, se procedió a la incautación de dos baffles de música.

Es la tercera intervención de este tipo que se ha llevado a cabo en Pamplona en los últimos días. En madrugada del 6 al 7 de julio, unas 600 personas se congregaron bajo el puente de El Vergel en la Rochapea donde se había convocado una fiesta en la que no se respetaba la distancia de seguridad ni el uso de mascarillas, según se ha comprobado en los vídeos que han circulado por las redes sociales.

El organizador del botellón fue propuesto para una sanción de 60.000 euros y se requisó el equipo de música. Además, fueron identificadas 60 personas y hubo un detenido por resistencia a la autoridad.

La operación de desalojo se prolongó hasta pasadas las siete de la madrugada porque parte de los congregados, alrededor de 200 personas, decidieron permanecer en el lugar aunque no tuvieran ya la música.

Esa misma noche, efectivos de la Policía Foral disolvieron una fiesta con unas cien personas a las siete de la madrugada en la Ronda Obispo Barbazán, cerca del Archivo de Navarra.

Para evitar que se repitan episodios similares este fin de semana, la Policía Municipal ha decidido aumentar los efectivos con agentes destinados a otros servicios.

El Casco Viejo, la Rochapea y el parque Yamaguchi son las tres zonas donde se va a centrar el dispositivo.

Los agentes también controlarán las calles más concurridas del Casco Viejo para evitar aglomeraciones y que los locales de hostelería cumplan con las restricciones estipuladas.

Cabe recordar al respecto que se ha recomendado a los establecimientos de hostelería que en caso de que vean que no se cumple la normativa en sus locales, soliciten la presencia de los cuerpos policiales, no para tramitar expedientes sancionadores, sino para facilitar el restablecimiento de la normalidad.