Ya han comenzado las obras de rehabilitación del Palacio del Marqués de Rozalejo, del siglo XVIII, donde se ubicará a partir de 2024 el Instituto de la Memoria y la Dirección de Paz y Convivencia del Gobierno de Navarra. En concreto, los trabajos previos se han centrado este miércoles en demoler una de las puertas que había sido tapiada en su día y acondicionar un nuevo sistema de acceso para comenzar con las obras propiamente dichas. 

Como ya adelantó este periódico, después de años sin uso y casi tres años después desde que fuera desalojado tras la okupación, el Gobierno de Navarra, titular del edificio, quiere poner en marcha la construcción de forma inminente y a partir de entonces el plazo de ejecución marcado es de 22 meses, por lo que se prevé terminado para 2024.

Imagen de la excavadora este miércoles abriendo uno de los accesos que fue tapiado en su día.

Imagen de la excavadora este miércoles abriendo uno de los accesos que fue tapiado en su día.

El departamento de Economía y Hacienda del Gobierno de Navarra, donde se enmarca la dirección de Patrimonio, adjudicó hace unas semanas las obras de rehabilitación del histórico edificio a la UTE Palacio de Rozalejo, que agrupa a las empresas Construcciones José Miguel Ibáñez SL y el estudio vallisoletano TRYCSA, experto en rehabilitación y restauración de edificios históricos. El presupuesto de adjudicación asciende a 6.371.484,71 euros sin IVA, con un plazo de ejecución de casi dos años y la empresa ofrece 10 años de garantía.

Con el arranque de las obras se pone punto y final a un largo expediente. Como se recordará el edificio es propiedad del Gobierno de Navarra desde 2005 y fue okupado en dos ocasiones, siendo el último desalojo en enero de 2019. El inmueble se ubica en una parcela de 742 m2 y dispone de una planta sótano, semisótano y baja mas tres plantas. El proyecto básico elaborado en su día ya recoge que el “planteamiento del proyecto de ejecución es restaurar el edificio, sin proceder, por tanto, a efectuar la demolición completa”. Sí se prevé “descargar el edificio” eliminando los elementos postizos y “las tabiquerías que carecen de carácter estructural”