Navarros campeones del mundo en fuerza

A los tres les gusta “hacer el burro”. Y el pasado 8 de abril pudieron dar rienda suelta a su afición en el Campeonato del Mundo de Fuerza y Resistencia en Press Banca, celebrado en la localidad alicantina de Alfaz del Pi. Daniel Vladimir Román, José Manuel Santos Campoy y José Carlos Ramos Martínez, representantes de Navarra junto con Pedro García Ruiz (6º en amateur) se proclamaron campeones del mundo en sus respectivas categorías. La fuerza les acompaña.

El deporte del powerlifting engloba tres ejercicios de levantamiento de peso: la sentadilla, el press de banca y el peso muerto. A su vez, cada ejercicio cuenta con competiciones específicas. La suya consistía en realizar el máximo número de repeticiones, recostando su espalda sobre un banco horizontal, con una pesa de 100 kilos.

Daniel, de 31 años, batió el récord con 21 repeticiones en categoría Sénior. José Manuel hizo 15 en la categoría Máster Cinco (tiene 58 años). Y José Carlos solo pudo hacer una repetición porque inmediatamente después se lesionó, pero también venció y logró el récord mundial. A sus 70 años, era el único participante en la recién inaugurada categoría Máster Siete.

Pasión por las pesas

José Carlos lleva “toda la vida” practicando deporte. Fue campeón de España de natación y tercero en judo. Después se metió en el powerlifting, culturismo y vuelta al powerlifting. “Si estás enfadado un día, vas, entrenas y se te quita el enfado. Si no te encuentras físicamente bien haces un tipo de entrenamiento en el que mueves la sangre y depuras el organismo... es por tu salud. También por la estética, claro. Pero no es el puro narcisismo que la gente piensa. Queremos demostrar que estamos fuertes”, argumenta.

José Manuel es el más veterano en esta disciplina, en la que compite desde 2010, y el culpable de aglutinar al grupo de amigos que se presenta a los campeonatos. Empezó a hacer pesas con 17 años. “Soy de los pocos que quedan activos de la movida de culturismo navarro, cuando había campeonatos en Salesianos y un ambientillo que se ha perdido”.

Natural de Murillo el Fruto, le atrae lo de levantar peso porque “es una manera de sentirte mejor contigo mismo. El culturismo, las pesas, la sala, tiene algo especial. Esto engancha, ves que tu cuerpo es mucho más operativo, más potente y más fuerte... esa progresión se nota”. Y opina que las pesas son “la piedra angular de los deportes. Es la base de todo. El tejido muscular es la potencia, la vida, el sostén... Las pesas es un deporte integral. Sujeta todo. Y lo demás son periféricos”, afirma. 

Por último, Daniel es aficionado a mover peso “prácticamente desde que tengo uso de memoria”. En concreto, desde que vio pasar a un vecino con una revista del famoso culturista Ronnie Coleman. “Dije, ‘quiero estar como él, estar grande’”. No pasaba de los 10 años y “ya hacía mis cacharros en casa”.

Nacido en Rumanía, llegó a Burlada en 2006 y Javier Méndez “un tío muy profesional en el mundo del culturismo, me enseñó mucho. Empecé a crecer y me fijé en que había gente muy grande que levantaba muy poco”. 

Ahí apareció José Manuel Santos, que vio su potencial y le animó a competir. “Él entrenaba en el gimnasio. Y si había hecho con 100 kilos tantas repeticiones, o había levantado 190 kilos en pecho, yo a escondidas entrenaba intentando copiarle”. Hasta que, hace cuatro años, dio el paso y con el sí quiero: “’Quiero competir en lo tuyo’. Yo, que soy pequeñito, quería ganar a los grandes. Hay gente de 130 kilos en el gimnasio y yo levantaba más que ellos... este señor me dijo que tenía mucha fuerza y me animó muchísimo”.

Explica que, “gracias a él”, en los últimos tres años ha batido otros tantos récords en el campeonato de España, de Europa y del Mundo. Marcas que exigen mucha disciplina, alimentación estricta, entrenamientos cinco o seis días por semana y una ración extra de fuerza. “Se necesita algo más, la fuerza de voluntad”. 

La competición

Más allá de los títulos, los tres utilizan la competición como estímulo personal. “Hay mucha gente a la que le da miedo competir, porque es enfrentarte contigo mismo. La gente piensa que es por ganar... no, no. Yo con quien lucho es conmigo mismo. Te apoyas en la competición para exigirte más a ti mismo. Y psicológicamente te ayuda para entrenar un poco más duro”, reconoce José Carlos.

“Nos sirve de acicate para estar ahí y machacar. Yo no he ido nunca al gimnasio para estar de turismo. Yo voy a mejorar, a dar mi mejor versión”, añade José Manuel. “De eso se trata, de ir palante, y si Dios quiere y el cuerpo lo permite, sumar victorias. Somos humildes, pero nos gusta ganar”, abunda Daniel. Ninguno tiene intención de dejar de competir.

Por último, además del factor “psicológico y de funcionalidad”, las pesas les aportan un beneficio más. “Empiezas a cuidarte a ti mismo en ámbitos en los que la gente en general no se cuida. Te preocupas de un mantenimiento. Y ese es el factor de salud”, concluye José Carlos.