Redescubrir el río Arga como un espacio de ocio y deporte en contacto con la naturaleza. Eso es lo que hacen centenares de personas durante el verano gracias a la Escuela Municipal de Piragüismo Molino de Caparroso. El centro ofrece campamentos y actividades para todas las edades y la demanda ha crecido notablemente desde la pandemia, especialmente entre familias y turistas. 

Así lo explica Merri Muñoz, entrenadora y coordinadora de la Escuela de Piragüismo Molino de Caparroso y que hace un balance “muy positivo” de lo que va de verano. “Todos los años hemos tenido trabajo, pero a partir de la pandemia se notó mucho que la gente quería hacer actividades al aire libre. Cuando nos abrieron, fue una pasada y seguimos apreciando ese incremento. Hay mucha gente interesada en hacer actividades con familia o amigos”.

La escuela oferta cursos de piragüismo, kayak y stand up paddle board, además de campamentos urbanos hasta principios de septiembre. “De lunes a viernes tenemos por las mañanas campamentos en los que se utilizan diferentes embarcaciones de una forma lúdica. En ellos se trabajan aspectos como la habilidad, disfrutando del aire libre y propiciando nuevas amistades entre los participantes. Está abierto a niños y niñas con o sin conocimientos previos. Además, también vienen asociaciones como Ana de autismo, que reman tres mañanas todas las semanas”, señala.

Para el público general, también hay diversas opciones. “Tenemos cursos de iniciación y actividades de dos horas dirigidas a personas adultas y a grupos, sin importar el nivel. Vamos sacando turnos en función de la demanda, así que siempre tenemos bastante disponibilidad”, remarca.

Por ejemplo, el programa Kayak en Pamplona es una opción para principiantes, ya que permite conocer qué es el piragüismo de una manera divertida en apenas dos horas. Después, cada persona puede decidir si quiere seguir ahondando en este deporte a través de otras propuestas como cursos de iniciación de ocho horas semanales.

Mucho turista nacional

En cuanto al perfil de las personas que acuden a la escuela, es muy variado. “Desde los 8 años puede acudir cualquiera y tenemos a mucha gente mayor de 40 años. Viene mucha familia y mucho turismo, sobre todo nacional. Muchos están alojados en pueblos de los alrededores y vienen para hacer la actividad”. 

Profesionales del piragüismo se encargan de formar y orientar a los participantes. De hecho, Amaia Osaba, deportista profesional con más de 30 años de experiencia y medalla de bronce y planta en campeonatos europeos de kayak, está al frente de la escuela como directora técnica y entrenadora de los equipos de competición. 

La Escuela tiene sus instalaciones en el Molino de Caparroso, un edificio que tiene sus orígenes en el siglo XI y que ha sido rehabilitado para acoger la escuela municipal, que desde 2010 gestiona Piragüismo Pamplona. “Somos el espacio ideal para adquirir nociones básicas de piragüismo y kayak y disfrutar de las actividades en el agua”.

Además, esta temporada estival están acompañando el buen tiempo y la cantidad de agua, bastante más que el año pasado. “No ha llovido mucho de continuo, pero sí lo suficiente. Nosotros hacemos las actividades en la lámina del río que tenemos encima de la presa en dirección hacia el puente de Burlada. Es una zona de 1,8 kilómetros en la que entrenamos durante todo el año. Estos días, el río está espectacular de bonito con el Sol y las hojas de los árboles. Y estamos en el centro de Pamplona aunque no lo parezca. Así que invito a todo el mundo a que venga a probar esta experiencia”, concluye.