Decenas de personas se han concentrado este martes por la tarde frente a la vivienda del número 19 de la calle Jarauta que fue ocupada la semana pasada y que se pretende desalojar. Policía Municipal controla desde la tarde del domingo el acceso al inmueble y no permite la entrada al mismo, lo que desde el Kontseilu Sozialista de Iruñerria consideran "un intento de desahucio ilegal y encubierto".

Como explican desde el colectivo, "quienes siguen dentro llevan en un estado de asedio casi tres días y quienes han tenido que salir no pueden entrar otra vez en sus viviendas. Su objetivo es claro: quieren ejecutar estos desahucios ilegales de forma silenciosa, haciendo la situación cada vez más insostenible y aprovechando la vulnerabilidad de los habitantes. Queremos subrayar que estos métodos son completamente ilegales, y que se suspenden derechos tan básicos como la inviolabilidad del domicilio y la libre circulación de las personas. Además, ayer le quitaron la llave por la fuerza a una persona y los policías ya han entrado en un piso sin mostrar ninguna orden judicial: esto podría ser constitutivo de un delito de allanamiento de morada", afirman. 

En el interior del edificio sigue habiendo gente en tres casas y, en una de ellas, permanece una familia con hijos. Los pisos ocupados son propiedad de la empresa municipal Pamplona Centro Histórico y desde hace días están habitados por “familias con menores que habían sido desahuciadas, mujeres que han sufrido violencia de género, jóvenes que no pueden emanciparse y personas con problemas laborales que no pueden permitirse alquilar una vivienda”, según informan desde el Kontseilu Sozialista de Iruñerria. Además, en el bloque también hay dos pisos con propietarios en los que no se ha entrado.