San Fermín, que todo lo ve, como recuerda la canción, preside desde la pared una de las mesas de trabajo en las que cada semana las alumnas y alumnos de Blanca y Rita realizan las labores de punto y ganchillo. Pero este no es un San Fermín cualquiera, ya que fue diseñado y elaborado en punto de cruz hace casi 30 años por el matrimonio de Javier García y Blanca Zúñiga. Fue la primera creación de Leyreideas, el paraíso de las labores situado en la calle Mayor de Burlada

Blanca, pamplonesa de 55 años afincada en Burlada, imparte estos cursillos junto a Rita y atiende a los clientes con Merche. Por las mañanas, el local ofrece a la venta una amplia variedad de herramientas para realizar ganchillo, punto de cruz, costura o punto, además de productos de mercería, mucha literatura para elaborar cualquier clase de labor y todo tipo de telas

Pero por las tardes la tienda se convierte en un taller de ganchillo y punto para grupos de unas seis personas. Unas labores que Blanca asegura que carecen de género, ya que, aunque acude “en general un público más femenino, también vienen cantidad chicos jóvenes que trabajan súper bien”. 

La edad tampoco es un problema, porque nunca es ni pronto ni tarde para las labores. Blanca destaca que “cada vez hay gente más joven enganchada al ganchillo”. En el otro extremo se encuentran alumnas como Loli, quien cada semana se desplaza desde Huarte a sus casi 88 años para elaborar amigurumis, una técnica japonesa para hacer muñecos con ganchillo. Allí se encuentra con el resto de compañeras, con las que comparte su afición durante dos horas.  

Talleres como terapia

Este espacio de reunión también se puede convertir en una terapia, ya que “es una actividad muy creativa que da mucho espacio a la imaginación, relaja y te hace pasar momentos muy buenos. Es una maravilla”, asegura Blanca.

Además, destaca que este tipo de actividades permiten desarrollar habilidades como la paciencia y la concentración. “El ganchillo, y sobre todo los amigurumis, también ayudan a ejercitar la agilidad en las manos y la memoria porque hay que contar mucho los puntos para que cuadre con el patrón”. 

Los diseños de Javier

Leyreideas cuenta con una colección de miles de diseños originales de punto de cruz creados y elaborados por Javier y Blanca. En cuanto a los amigurumis, el recuento supera los 30 y, aunque su primera creación con esta técnica fue un Belén, la segunda no pudo ser otra que San Fermín, a quien poco después se le sumaron Olentzero, la pareja europea de los gigantes de Pamplona, Mari Domingi o un zanpantzar. Blanca y Javier también crean amigurims personalizados por encargo.

Otra de las creaciones favoritas de Blanca es la chaqueta vasca hecha con ganchillo, cuyo origen se remonta a unos Sanfermines especialmente fríos. “Javier pensó que estaría bien volver a poner de moda la chaqueta vasca y adaptarla a estas fiestas”, recuerda.

Entre los dos crearon un diseño con los escudos que tradicionalmente se llevan en esta chaqueta y le añadieron otros adornos como el ayuntamiento de Pamplona, el Chupinazo o, por supuesto, San Fermín.

Sin embargo, Blanca matiza que no siempre ha existido esta amplia variedad de patrones navarros. En 1995, durante su baja por maternidad con su hija mayor, Leyre, surgió entre ella y Javier la idea de crear un patrón “de aquí”, ya que “en Pamplona había muy pocos diseños y eran americanos”.

Aquel año nació el San Fermín que aún se puede disfrutar en la tienda. “A Javier le encantaba la informática y era dibujante, así que por la noche él hacía las cuadrículas, por el día yo bordaba y por la tarde se deshacía lo que no encajaba”.  

Este diseño comenzó a venderse en tiendas de Pamplona hasta que Javier creó una versión “muy sencilla” de la página la web de Leyreideas. “Un día añadió un carrito de la compra, las vistas comenzaron a crecer y la gente empezaba a preguntar si vendíamos hilos", explica.

Así comenzaron unas ventas que se mantuvieron en exclusiva por internet durante 18 años, hasta que la tienda física abrió sus puertas en 2013. Sin embargo, el fallecimiento de Javier y los grandes cambios en las ventas on line, donde “la gente solo busca chollos e inmediatez”, hicieron que la web cerrara. 

Pero Leyreideas no ha abandonado del todo el mundo digital: ahora triunfan sus vídeos en redes sociales como Instagram, YouTube, Facebook o TikTok. Para la edición de este contenido cuenta con la ayuda de su hija pequeña Estibaliz, a quien sus padres también le dedicaron una colección de reproducciones de obras famosas en punto de cruz y su propio amigurumi, Estitxu, que aunque no sea un clásico como San Fermín, triunfa entre alumnas como Loli, que muestra con orgullo su brujita de pelo verde.