El Mercado del Ensanche ha vivido este miércoles una jornada trágica con el fallecimiento del trabajador Juan Ignacio Lecumberri, que regentaba el puesto 76 Frutas y Verduras Hermanos Lecumberri. Una persona “muy querida en el mercado y de toda la vida”, ha destacado el coordinador del mercado Diego Cantero, que ha lamentado su fallecimiento y trasladado el pésame a familia y allegados. “Le guardaremos el mejor y más bonito de los recuerdos. Era muy buena persona, amable y cariñosa”, ha reconocido.

La conducción al cementerio tiene lugar este jueves a las 12.00 horas, desde el Tanatorio Irache de Pamplona. La familia, que ha agradecido a los compañeros del Mercado del II Ensanche “las atenciones y el cariño recibido”, agradece igualmente la asistencia al funeral que se celebra este jueves (19.00 horas) en la iglesia parroquial de Cristo Rey.

Juan Ignacio, de 62 años y que tenía en mente jubilarse en los próximos meses, ha acudido puntual como siempre al mercado a las 6.30 horas –apertura para trabajadores y proveedores– y ha debido de desvanecerse en el interior de su puesto entre las 8.00 y las 9.30 horas, cuando un cliente se ha asomado por encima del mostrador y se ha percatado de que estaba tumbado en el suelo. Se ha dado aviso al 112, pero pese a a los intentos de reanimación durante más de media hora, los servicios sanitarios no han podido hacer nada por salvar su vida.

Por respeto a Juan Ignacio, el Mercado ha permanecido cerrado en torno a dos horas y media, y ha vuelto a abrir sus puertas a las 12.30 horas.

El mercado del Ensanche, cerrado este miércoles durante más de dos horas por respeto a Juan Ignacio. Javier Bergasa

Juan Ignacio trabajaba en el Mercado desde hace más de 40 años. Hasta hace aproximadamente cinco, lo hizo con su hermana Rosarito, ya jubilada. Contiguo al puesto de frutas, vendió durante años las pastas caseras que su hermano, también jubilado, preparaba en el obrador de la calle Torralba del Río, en la Txantrea.

Solía sentarse en un taburete en el interior de su puesto a limpiar verdura cuando no había clientela, razón por la que en el mercado no le han echado en falta. También era habitual que en esas horas se fuera al banco. A los propietarios de los puestos vecinos sí les ha parecido extraño este miércoles que no hubiera encendido las luces del puesto. “Ha sido muy triste y un shock para todo el mundo. No era muy sociable, era muy trabajador, siempre metidico en la frutería. A lo suyo, respetuoso y dedicado a vender verdura. Siempre lo he conocido metidico en el puesto”, ha expresado la pescatera Elvira.

A Juan Ignacio “le encantaba” vender los perretxikos, hongos y setas de temporada que recogía su hermano en el monte, tenía una clientela fija y le gustaba vender producto cercano”, ha recordado por su parte Mertxe Zabalza, de Frutas y Verduras Zabalza. Mertxe ha recordado que ayer mismo Juan Ignacio le contó que había hablado con un asesor laboral sobre su jubilación. Decía que se sentía cansado. Se había ganado la jubilación”. 

Un hombre de aspecto “bonachón”, corpulento, reservado, parco en palabras, tranquilo, trabajador y “muy buen compañero. Siempre muy amable con todo el mundo, nunca se metía con nadie. Jamás”, ha asegurado Mertxe.

“Lo que más nos duele es que no lo hemos visto, quizás se podría haber hecho algo”, ha lamentado Mertxe. Todos los fruteros del Mercado se han coordinado este miércoles para repartirse el género de Juan Ignacio, unos las nueces, melones y legumbres, otra los perretxikos, las manzanas... para que no se pierda el género y darle a su familia lo recaudado.