En los años 80 el Rastro de la Txantrea, que echó a andar en 1977, era un hervidero de gentes, de olor a verduras, a quesos y a encurtidos, de vendedores intentando captar clientela a voz en grito, de música y de buen ambiente. Reunía cada semana a miles de personas de Pamplona, la Comarca y buena parte de Navarra, no en vano era la cita dominical por excelencia, donde lo mismo te comprabas un pollito sospechosamente azul que un juego de enredo del mago Jamalandruqui o te hacías otro agujero en la oreja. Allí debutó Barricada, allí se gestó un campeonato de fútbol y había una revista de barrio que se llamaba Rastrojo y que salía cada domingo.

Anuncio del 'Gran Rastro de la Txantrea'

Anuncio del 'Gran Rastro de la Txantrea' DIARIO DE NOTICIAS

“El año pasado saltó la noticia de que igual volvía el Rastro (el Ayuntamiento se planteó trasladarlo de Landaben al nuevo desarrollo de Txantrea Sur) y a mucha gente del barrio le encantó la idea”, recuerda Irene Criado.

Una vecina compra en uno de los puestos del Rastro de la Txantrea en los 80. CEDIDA

Y aquello se le quedó grabado a ella. Por eso se ha propuesto emularlo. “Este Rastro nace un poco en homenaje a aquél y con voluntad de seguir en el tiempo”. Para echar a andar, será mucho más pequeño que el mítico Rastro, y en otra ubicación de la Txantrea. Se celebrará el próximo sábado, 27 de abril, en la plaza de Arriurdiñeta, y consistirá en un mercadillo de trueque donde las txantreanas y txantreanos sacarán sus cosas de casa. “Se trata de un rastro para intercambio o venta de objetos de segunda mano, libros , ropa , juguetes , plantas, esquejes... Queremos ser ejemplo de barrio sostenible. Con los beneficios obtenidos se van a fomentar futuros eventos culturales”, dice. 

Este Rastro pretende hacernos reflexionar sobre “lo qué acumulamos” y “lo qué desperdiciamos”, sobre todo, “ropa y libros”, añade Irene. Lanzó la idea por las redes hace unos días y ya hay “19 cuadrillas que van a montar puesto”.

Para los interesados, el plazo para apuntarse concluye este miércoles, 24 de abril. “Júntate en cuadrilla y reserva tu puesto el teléfono 646 642758)”. Irene organizará las ubicaciones y el Rastro funcionará de 10.30 a 15.00. “La gente recuerda aquel Rastro con nostalgia”, dice, por lo que supuso, además, de reforzar aquella “identidad de barrio”. Y de eso se trata ahora también: “Ha sido fácil montarlo; en la Txantrea siempre se encuentra ayuda”.

Irene Criado es txantreana de adopción y, aún más, de corazón. Llegó al barrio por amor, pero acabó enamorándose de la Txantrea. “Hace tres años y medio”. Nació en Segovia, estudió Medicina en Madrid y pasó dos años en Mallorca. Hasta que conoció este barrio junto al Arga y decidió quedarse para siempre. “Ya me siento txantreana”, dice. Hasta se ha traído a su hermana Sabina y a una amiga madrileña, Kenia, y ya tienen cuadrilla. “Me encanta la Txantrea. Lo primero, por la vida que tiene, y, luego, porque sales a la plaza y cualquiera te saluda o te habla”. 

Médico y actriz

Médico especialista en geriatría, Irene Criado trabaja en el Hospital de Navarra, pero también es actriz en la compañía De Improviso. De hecho, su compañero, Sergio Salinas, participará también en los actos de este Rastro de segunda mano. “Están colaborando también desde la Jai Batzorde con la música, los permisos, etc.”. La comisión de la Txantrea se encuentra ya inmersa en los preparativos de las fiestas que arrancan el próximo 30 de abril. “Del barrio valoro esa implicación y esa forma de defender lo suyo”. Como cuando llegó la OTA y pintaron las rayas azules de blanco, “donde se implicó todo el barrio”.

A Irene ya no le sacan de la Txantrea. “Es mi sitio. ¿Un rincón especial? Una esquina con dos bancos en mi calle (se refiere al chaflán de Cendea de Cizur con Cuenca de Pamplona). Allí siempre hay gente, chavales que comen pipas, vecinasque vienen de la compra y otras sentadas al sol”. La vida de barrio.

Imagen del cartel del Rastro organizado para este 27 de abril y que recuerda la antigua plaza de las Pirámides. DIARIO DE NOTICIAS