Salud en Marcha, el rescatador de años de vida en los jubilados de la Rochapea. Esta iniciativa, en colaboración con Asociación de Jubilados y Pensionistas Rochapea Vieja, promueve desde hace cinco años “salud física y mental y compañía” a 35 vecinos y vecinas, de entre 54 y 80 años, que se recargan de energía con las actividades que ofrece esta iniciativa. 

Salud en Marcha es “un grupo de todas las edades”, aseguran Manuel Guerrero y Goyo Cerdan, voluntario y coordinador de Salud en Marcha. La integrante más joven es Charo Losua, a la que le sigue por tan solo tres meses Lucía Urtasun. Ambas tienen 54 años.

La mayor es Lucía Melgosa, 80 años, que explica que el secreto de su vitalidad reside en “hacer de todo. Si hay una cosa voy y ‘¡pum! Ahí estoy’. Vivo sola y me animo a todo porque me da vida”, revela Lucía. 

La internacionalidad también es un rasgo distintivo de Salud en Marcha. “Casi todo el mundo es de Pamplona, pero también vienen desde Burlada, Berriozar, Ororbia e incluso tenemos gente de República Dominicana, Colombia o Francia”, cuenta Cerdan.

Una apertura de puertas que el colombiano José Escobar, voluntario de Salud en Marcha, agracede ya que este grupo “le causa mucha alegría. Todos nos han aceptados y nos tratan como hermanos”, atestigua Escobar. 

Salud en Marcha programa caminatas por zonas urbanas de entre 10 y 12 kilómetros “un sábado sí otro no”, detallan. Los paseos por Pamplona no son lo única costumbre de los miembros de esta iniciativa porque después de andar se quedan tomando el vermú y “luego ya el estiramiento”, bromea Urtasun. 

Julio Irujo, componente de la junta de Rochapea Vieja e integrante de Salud en Marcha, asegura que este tipo de actividades les aportan unos beneficios “tremendos. Esto es lo que recomiendan todos los médicos. Aquí nos acompañamos, nos distraemos”.

De esta manera, Salud en Marcha logra que los más mayores “no se encierren en casa y tengan un motivo para salir a la calle y conocer gente”, considera Irujo.

Manuel Guerrero, fundador de Salud en Marcha hace ya casi cinco años”, persiguió estos objetivos en sus inicios que hoy se hacen realidad: “Yo lo hacía porque era bien para la gente mayor. Hoy me beneficio con ellos y ellos conmigo”, declara Guerrero. Y no es solo una ilusión del fundador, sino que “la mayoría de los que prueban en este grupo repiten”, relata Cerdan. 

Camiseta verde

Salud en Marcha también se caracteriza por su reconocible camiseta verde, que despierta, según afirman, la curiosidad entre el resto de vecinos y vecinas de la Rochapea. “La camiseta tiene una ventaja ya que nos identifica en la calle. La gente que no nos conoce pregunta y se une”, reconoce Cerdan.

Por ejemplo, María Eugenia Paniagua se unió al grupo porque un día les vio pasear por Burlada. “La camiseta le llamó la atención y nos preguntó. A la siguiente salida vino”, recuerda Cerdan.

En la actualidad, Salud en Marcha cuenta con 35 jubilados voluntarios, pero muchas de sus salidas logran completar un autobús. “Tenemos gente que viene suelta por amistad , que conoce el club de jubilados”, dice Cerdan. “La gente habla de nosotros, nos comentan y les invitamos a que vengan a conocernos y a pasear con nosotros. La mayoría se enganchan”, añade. 

De esta forma, Salud en Marcha logra un club en el “que están todos muy activos” y en el que “tranquilamente todos hacen algo”. Por ejemplo, los sábados que no tienen salida con Salud en Marcha se calzan de nuevo sus deportivas –andan hasta Erripagaina o bailan–, cambian las mallas por juegos de cartas como el chinchón, se toman unos pintxos por el Casco Viejo de Pamplona o realizan salidas culturales por Navarra.

Estos planes no se quedan solo en su agenda de fin de semana, sino que forman parte de su rutina semanal: gimansio mínimo dos veces por semana, caminatas de al menos hora y media cada día o yoga con amigas. Estas tareas que mantienen a estos jubilados en forma y con tanta energía.

A Benidorm o Gandía

Una fuerza, tanto física como vital, que guardan para la próxima salida. El 16 de noviembre Salud en Marcha visitará Tudela y realizará la Vía verde del Tarazonica, once kilómetros, a la que están apuntadas “por ahora” 46 personas.

Esta ruta forma parte de las salidas complementarias que los rochapeanos hacen anualmente como sus tradicionales viajes a Benidorm, Gandía, Zarautz o Galicia o la comida de despedida con baile incluido.

Además, 2025 tiene preparado a los jubilados de Salud en Marcha una escapada a Madrid y Toledo pasando por el parque tematico Puy du Fou, y una aventura gastronómica por la Ruta del Jamón. “El mejor premio es que al siguiente viaje se vuelva a llenar el bus. Es señal de que están contentos”, afirma Cerdan. 

El optimismo que los participantes de esta agrupación transmiten o la diversidad y calidad que el programa de Salud en Marcha ofrece puede que sean los responsables de que “este grupo cada vez vaya más en aumento”.

Por ello, estos jubilados hacen un llamamiento a otros mayores “para que salgan, se muevan y cambien su rutina” porque al final, “la diferencia se nota andando”, finaliza Irujo.