Las hamburguesas de su Gastro Okei Errialde se han hecho famosas en Atarrabia y es complicado reservar mesa. Ahora acaban de saltar al Casco Viejo de Pamplona con una propuesta curiosa. Un restaurante Efímero, como deja bien claro su nombre, que cambiará la carta cada tres meses. Empiezan apostando a caballo ganador con cinco hamburguesas de The Ultimate CheatBurger, competición anual que celebran en Atarrabia “donde enfrentamos las burgers más locas, creativas y contundentes que se nos ocurren”. Toño y Fermín Iriarte abrieron el pasado abril este restaurante informal y pequeño, con capacidad para 28 personas, en la calle San Gregorio.

“Ha sido todo muy rápido. La idea se nos ocurrió en diciembre. Villava siempre lo tenemos muy lleno, pero es un restaurante tradicional con tus limitaciones de horarios, cartas, servicios que tienes que ofrecer... y como nos funcionaban los eventos que hacemos, el carnaval veneciano, Halloween.... pensé, ‘¿y si cada tres meses nos dedicamos a hacer un evento, sin que la gente sepa cuál va a ser el siguiente? Puede ser un bombazo’”, explica Fermín.

Han denominado a esos eventos temporadas, con una periodicidad aproximada de tres meses, “y no queremos que la gente se quede con que aquí que se va a hacer hamburguesas. Después podemos hacer comida griega o comida mexicana, platos que veamos que están de moda o cosas que se nos ocurran. Podemos crear cualquier cosa. Lo interesante es que la gente no sepa qué va a ser lo siguiente, y la semana que estemos cerrados para reformar todo y preparar la siguiente temporada iremos dando pistas en redes sociales. No nos cerramos a nada, queremos tener total libertad para poder sorprender a la gente y que tengan siempre ese atractivo”. 

"No nos cerramos a nada, queremos tener total libertad para poder sorprender a la gente y que tengan siempre ese atractivo”

Fermín considera que la hostelería camina en esa dirección, “de hacer cosas más dinámicas, diferentes, porque si vas siempre a sota, caballo y rey, al final la gente se aburre”.

Y la posibilidad de "enfocarnos al 100%” cada tres meses en una temática concreta, les permite “hacer una carta cortita. Como este es un local pequeño, la cocina también se lleva muy bien porque es una carta pequeña. En tres meses tampoco vas a probar 200 platos. Y estábamos buscando un local como este porque una propuesta así tiene que estar en el centro de la ciudad para que pueda venir mucha gente y tenemos capacidad para hacer delivery”, argumenta.

Abierto de jueves a domingo

De momento, a la espera de analizar cómo responde la clientela, abren jueves y viernes: para las cenas, sábados comidas y cenas y las comidas de los domingos. Y sin reservas: “Que la gente entienda que el sitio es pequeño y te puede tocar esperar. Pero vas a poder comer”, asegura.

Aunque algunos le digan que su planteamiento es una locura, Iriarte no se asusta –“es que en Villava hemos hecho muchísimos platos”– y se lanza con ganas a este reto. “Sobre todo nos gusta mucho aprender y meternos en líos. Es un desafío. Si lo pensamos bien y lo organizamos, yo creo que lo podemos llevar adelante y hacer cosas diferentes. Soy joven, hay que darle. Y si hemos conseguido abrir esto en un mes, ya me atrevo con todo”.